Sobre la soledad y otros compañeros de viaje

Solemne

Que acto tan solemne es respetar lo ajeno,
El dejar ir aquel amor pasajero que solo existió de mi parte,

Perdona, mi pobre intento de amarte se quedo en eso,
Intento y nada más,

Que acto tan solemne de autocontrol es no decirte lo que siento,
Honestamente presiento que pudimos ser algo distinto,

Algo con significado,

De mi parte solo queda dar un paso al lado,
Entender que mis pecados me están pasando factura,

Y que sólo fue un capricho plasmado en este noble arte,
Me cuesta comprender que ese pobre intento de amarte no fue más que ilusión y sueños rotos,

Me siento orgulloso, pues llegue más lejos de lo que jamás pensé,
Y si bien, tu piel estuvo y estará muy lejos de mi alcance,

Espero algún día tener el chance, sentido y solemne de intentar volver a amarte otra vez.

~ Andrés Araya