Fetiches❤

Falofilia #4

Falofilia: Implica una gran atracción sexual por un pene erecto de dimensiones extraordinarias.

Avisos:

》 Sexo heterosexual.

》 Descripciones precisas - en la medida de lo posible - de escenas +18.

》 Lenguaje soez y vulgar.

》 Mención de drogas permitidas - tabaco y alcohol - y de otras sustancias sicotrópicas.

》 Ficción.

》 Infidelidades.

》 Personajes distintos a los del anterior fetiche.

》 Todas las críticas o comentarios ofensivos serán ignorados, por lo que si no te gusta este tipo de relatos te acompaño a que directamente salgas de esta historia.

ATENCIÓN: Por ningun concepto este capítulo sobre este fetiche trata de ridiculizar el tamaña del miembro de cualquier persona que tenga pene. No tomes al pie de la letra ni los comentarios ni los insultos, es todo ficción basada en un fetiche.

¡Disfruten!

《~♤~》

- ¡Samantha!

Escuché el grito del que era mi novio mientras bajaba las escaleras a toda velocidad, completamente enfadada y en parte, decepcionada. ¡El muy imbécil me había mentido!

Déjenme explicarles lo sucedido.

El partido de futbol que llevaría a nuestro instituto a la final había sido uno de los mejores que había hecho el equipo durante toda la temporada. Tanto los jugadores como el entrenador, además del director y los alumnos se sentían super orgullosos de como habían conseguido ganarles - y por una buena cantidad de puntos.- al instituto que nos había conseguido quitar el puesto a nosotros el año pasado.

Yo, siendo animadora, era una de las que junto con mis compañeras se había reído de las caras de esos pobres muchachos, mientras les invitaba a irse moviendo alegremente mi pompón. Todos los del equipo gritaban con emoción, mientras se abrazaban y lanzaban sus camisetas, dejándo ver sus fuertes abdómenes ante el público de nuestro instituto, que habían bajado de las gradas y comenzado a correr hacía el centro del campo para felicitar a todos los jugadores. Las chicas y yo no tardamos en unirnos, sumándonos a la multitud que ahora vitoreaba el nombre del equipo.

¡Bulldogs! ¡Bulldogs!

Entre la gran masa de estudiantes, conseguí visualizar a Caleb acercándose a mi con una gran sonrisa en su rostro. Las líneas que se había echo en sus mejillas con los colores que representaban al equipo destacaban, llevando mas la atención a su rostro, pero yo no pude evitar fijarme en su abdomen marcado y sudoroso, producto de todo lo que se había esforzado durante los minutos que había durado el partido. Su pelo castaño revuelto y sus ojos carameros tan brillantes por la emoción. Estaba para comérselo.