ii. a hell of a ride

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SI ELLIS TUVIERA MEJOR ATENCIÓN AL DETALLE se habría dado cuenta de que la diversión que brillaba en los ojos de Katherine no era nada más que curiosidad encubierta.

A la vampiresa no le gustaba dejar cabos sueltos, en especial si ellos podían llegar a interferir en sus planes. Ellis era solo otra pieza más en el tablero pero pensó que era mejor ponerla de su lado, especialmente si pronto se convertía en un objetivo valioso para Klaus.

Estaba segura de que querría a su primer creación en su ejército de híbridos.

“¿El gato te comió la lengua?” se burló. “¿O debería decir el lobo?”

Soltó un bufido molesto ante el juego de palabras “¿Qué es lo que quieres? No creo que disfrazarte de Elena sea uno de tus pasatiempos, así que habla.”

“Vas directamente al punto, ¿eh?” sonrió. “Tienes razón, no hay nada más aburrido que fingir ser la dulce Elena, aunque es bastante útil cuando quiero conseguir algo.”

“¿Y qué es lo que quieres?” cuestionó, frunciendo el ceño. Sus amigos le habían repetido infinitamente que se mantuviera alejada de ella si alguna vez la llegaba a cruzar, pero nunca había sido demasiado buena siguiendo órdenes.

Prefería descubrir las cosas por sí sola. Y definitivamente quería saber qué estaba tramando la vampiresa.

La observó con cautela, estaba sorprendida por su apariencia. Katherine y Elena eran como dos gotas de agua, sin embargo, no podían ser más diferentes.

“Encontrarme contigo no estaba dentro de mis planes, estaba buscando a Damon, pero aún eres una opción útil” le dijo acercándose a ella, agitando las llaves de un auto. “¿Quieres dar un paseo?”

“¿Por qué yo? Apenas me conoces” la miró con extrañeza, sin entender su propósito.

“Lo sé, pero particularmente disfruto de molestar a tus amigos, en especial si es Elena” por supuesto que era eso. “Entonces qué dices, ¿quieres salir de aquí?”

No le tomó mucho tiempo pensar en su decisión.

“Yo conduzco” le dijo, arrebatándole las llaves de las manos.

Dios mío, pensó, voy a arrepentirme de esto.

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El sol había comenzado a ocultarse luego de pasar varias horas manejando, Ellis no sabía si los híbridos podían sentir dolores musculares como un humano normal, pero estaba segura de que sentía las piernas entumecidas luego de pasar tanto tiempo sentada.

love again ✸ katherine pierceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora