Capítulo 2: Cambio de ambiente... Tal vez.

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Capítulo 2:

Dylan.

Estar en casa después de dos meses de autobuses y comida rápida, resultaba sobrecogedor.

Estaba en la sala de estar, con mi celular en mano respondiendo un mensaje, cuando Claire se sentó en mi regazo, con sus pequeñas manitas alrededor de mi cuello. Cerró los ojos, sólo por la felicidad de tenerme en casa. Sentí remordimiento de haber pensado en quedarme en otra parte.

-Te he extrañado tanto.-dijo, después de casi media hora de venerar mi presencia. La enorme diferencia de edad me hacía querer protegerla todo el tiempo, yo tenía veinte y ella tan sólo tres años.

-¡Ey, Dylan!-dijo mamá desde la cocina. Su sonrisa era tan ancha como el océano. Yo no era el hijo perfecto, de hecho, estaba muy lejos de serlo.

Fumaba, bebía y hacía otras cosas no aptas para algunos oídos.

Pero aún así ella estaba ahí, mirándome como si nunca se hubiese disgustado por ninguna de mis,  anteriormente mencionadas, adicciones.

-Te vamos a extrañar aún más ahora. Por lo menos antes veíamos los vídeos de tus conciertos en todas partes... No creo que en casa de Trent consigamos muchas fotos de ti...-y meneó la cabeza como si aquello fuese una barbaridad.

-Mamá, existe Skype, no nos dejaremos de comunicar...

-¿Sería raro si te digo que me arrepiento de que te vayas hasta Año Nuevo?

Por supuesto. Por que ella había sido la insistencia personificada acerca de lo mucho que necesitaba alejarme de las cámaras. Justo en ese momento podía jurar, que fuera de la barandilla habían paparazzis y camarógrafos. Tan sólo esperando mis declaraciones.

-Hay muchas personas afuera.-gritó papá mientras entraba a la casa.

La puerta volvió a abrirse detrás de él, dejando ver la figura de Trenton atravesar el umbral. Llevaba puestos unos jeans desgastados y un suéter verde oscuro de tela delgada, unas zapatillas deportivas cubrían sus pies.

-Creo que costará un mundo esconder tu paradero...

-No tienes una idea...

Él me dio una mirada, intentando ser empático... Pero nadie realmente entendía semejante presión.

Todos te miran.

Sonríe.

¿Tienes algo que decir?

Mira a la cámara.

Compórtate.

Nunca terminaba la pesadilla.

Kyle, John y Tyler se encargaban de mejorar un poco la situación. Eran mis compañeros en la banda.

Kyle tocaba la batería, John tocaba el bajo.

Yo había aprendido a tocar varios instrumentos cuando era pequeño, desde la batería, hasta el piano y la guitarra. Aunque entonces sólo cantaba y tocaba la guitarra.

Igual que Tyler, lo cual nos tenía en una constante competitividad.

-¿Ya tienes tus maletas listas?

-Es irónico, pero es la primera vez que puedo responder sí a esa pregunta.-me reí suavemente, pero sin muchas ganas. Trenton me preguntó dónde estaban y le di señas acerca de mi habitación. (Que en realidad ya no era tan mía desde que había salido de casa.)

How to be a heartbreakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora