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Croissants y Donas

Cuatro palabras

Yo apesto en esto

Tan rápido como llegué a la casa de Noah, me puse manos a la obra, sin embargo no fue tan fácil como creíamos

Resulta, que al hacer repostería, uno tiene que medir cantidades exactas para que salga perfecto o en mi caso, para que sea comestible

Subconsciente: *se ríe fuerte*

Joanne me recibió con una sonrisa de oreja a oreja y me invitó a su maravillosa cocina.

Invitamos a Noah, y aunque al principio se negó a participar, terminó accediendo a preparar algunos dulces con nosotras.

Lamentablemente, digamos que mis galletas estaban más clasificadas para ser armas de guerra que para ser un delicioso postre.

-Bien, intentaremos algo, Melissa, hagamos unas donas, que es lo más sencillo del mundo- animó Joanne Phillis

Noah miró su estomago

-Yo me haré un croissant y prepararé algunos para Camille- explicó abriendo el libro de recetas

Noah lleva unos días siendo esquivo y un poco parco conmigo, tanto así que ha llevado a sentirme culpable y un poco triste

Subconsciente: Concéntrate, donas ¿Recuerdas?

Cierto

Ya se le pasará, espero

Las donas fueron un éxito

Y con éxito me refiero a que no quemé nada esta vez

Eran casi las 2 cuando Joanne cayó en cuenta de que tenía un examen muy importante por lo que prometí limpiar la cocina por mi cuenta

Ella, siempre tan cariñosa, me apretó las mejillas como lo hacía mi abuela y se dirigió volando hacia su cuarto

-Bien, Meli, esto saldrá bien, son las 2, estás bien, no hay fantasmas- susurré para mí

-¿Estás segura?- dijo alguien a mi espalda obligándome a dar un salto y botar el tazón que cargaba

Subconsciente: Ese día morí, pero sobreviví

Noah, que se había empezado a reír, corrió a ayudarme

-Lo siento en serio, no quería asustarte- se disculpó aun con rastros de risillas

Mientras mi alma regresaba, caí en cuenta que Noah me había vuelto a hablar

-¡Sí, me volviste a hablar!- exclamé en un susurro, no olvidemos que eran casi las 3, e hice un baile de victoria muy deprimente

Noah abrió los ojos en sorpresa

-¿Crees que te estuve evitando?- preguntó sin creerse lo que oía

Asentí y seguí con lo mío

En silencio, Noah y yo empezamos a limpiar la cocina hasta que él volvió a hablar

-Mel, lo siento en serio, no fue mi intención dejar de hablarte, no me había dado cuenta- dijo avergonzado

Le resté importancia con las manos

-Lo importante es que volviste a hablarme, somos amigos, suele pasar-

-¿Qué puedo hacer para disculparme?- dijo arrepentido mientras guardaba la harina

Hello, CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora