Prólogo

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Acababa de aceptar que mi vida seria normal, que todo seria como antes hasta que empezaron nuevamente a suceder cosas extrañas. La primera de estas llego una noche normal en la que dormía comúnmente, eran cerca de las 11:00pm cuando había decidido ir a dormir, por desgracia no era un placido descanso el que me esperaba puesto que estaría atormentado por pesadillas. Soñé que el mundo estaba devastado, destruido, completamente hecho trizas, todo era un mar de caos y alcanzaba a ver a todas las personas que me importaban sufrir; suplicaban por salvación, intentaban a toda costa arrastrarse a lo mas alto mientras botaban a quien se atravesase por su camino, en ese momento y por extraño que parezca los lamentos, suplicas y gritos de dolor y desesperación parecían una hermosa sinfonía para mis oídos. Estaba volando sobre aquel apocalíptico paisaje, pero no estaba solo, lograba sentir que había quizá no solo una si no varias personas surcando los aires por encima mío aunque no lograba moverme de ninguna manera, no podía ver quienes eran esas personas ni tampoco rescatar a nadie del mar de sangre que empezaba a crearse debido a la violencia en la tierra. Desperté de golpe y bastante agitado, justo en aquel segundo en el que uno recobra la conciencia y nota que esta en un sueño, justo en el momento antes de abrir los ojos habían pasado frente a mi imagines horrorosas y un miedo indescriptible se apodero de mi cual película de James Wan. Respire profundo y me espabile intentando convencerme de que todo aquello solo era un sueño... Nada era real, un bizarro producto de mi imaginación. Decidí levantarme rápidamente para ir a la escuela, se empezaba a hacer algo tarde. Antes de salir de casa note algo ligeramente distinto aunque no logre descifrar que era en ese preciso momento, lo único destacable luego de esa agitada mañana era que durante el camino al instituto encontré una pluma negra, no sabría realmente de que ave podría ser... Solo se que era la pluma mas extraña que había visto jamás. 

Quisiera decir algo mas... O decirle a alguien lo que sucedió la tarde de ese mismo día, pero seguramente me tratarían de loco y terminaría en un manicomio... Quizá a fin de cuentas me di cuenta que cierta persona tendría razón al decir que no era una persona normal.

A las Puertas del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora