A las Puertas del Infierno

Capítulo 5

(ANTERIORMENTE)

Llegaron por fin a la casa de Erick pero la escena que tenían pensado encontrarse fue completamente distinta, habían patrullas de policía y un puñado de estos por todo lado, Jacob y Melissa se quedaron pasmados y se les heló la sangre al ver como un grupo de forenses sacaron una par de camillas entre las llamas que cubrían aquella morada, las camillas obviamente tenia dos cuerpos cubiertos por sabanas... Estaban perplejos, el tiempo se había congelado, los oídos les zumbaban y un escalofrió recorrió la columna de los chicos... Lo que pasaba por sus mentes en ese momento era lo que menos pensaban cuando iban de camino allí.

(. . .)

El sol comenzaba a ponerse y aquel chico de pelo rojo caminaba ligeramente desganado y cabizbajo, se detuvo en una tienda que le quedaba camino a casa, entro solo por unas galletas y un energizante, cosa que como costumbre solía tomar muy a menudo como su cena, si no era eso entonces rara vez comía otra cosa por la noche. Seguía caminando hacia el ocaso en dirección a su casa, cansado y pensando en como siquiera mencionarles a Ronald y Martha, sus padres, lo que había sucedido esa mañana, de por si no solían llevarse bien entre los tres y mas encima parecía que Ronald y Martha estaban por separarse debido a las constantes peleas que surgían en casa; seguramente Erick se quedaría con su madre y Ronald se iría de la casa luego de un par de días... En todo caso, no lograba encontrar en lo mas mínimo una forma de decirles que estaba suspendido del instituto hasta nuevo aviso por parte de la dirección. Solo traería mas problemas a casa, pero tampoco podía pasar sin decir nada puesto que no tendría que hacer en lo que restaría de sus accidentales vacaciones. En todo caso aquellas reflexiones de caminata del chico fueron interrumpidas cuando se percato del familiar sonido de las sirenas policiacas, desde pequeño estaba muy familiarizado con este sonido, Ronald era un policía de toda la vida. 

A la luz de la puesta del sol, aquella ágil silueta de un chico corriendo con una lata en la mano y lagrimas que empezaban a brotar de sus ojos se acercaba rápidamente a un inesperado evento que le harían de sus días aun mas sombríos de lo que habitualmente ya eran. El chico finalmente llego al lugar de donde mas temía que provinieran aquellas sirenas, su casa... Su hogar, el lugar donde había crecido yacía en ahogadas llamas, los muros calcinados y llenos de hollín no anunciaban nada bueno de por si, al seguir corriendo y llegar al frente de la casa la escena que se encontró fue paralizante... Estaban sus dos amigos, Jacob y Melissa parados, abrazados el uno al otro para acobijarse del frio nocturno que empezaba a cubrir la escena, sin detener mucho la mirada en ellos puesto que sabia que lo estaban buscando su mirada finalmente reparo junto a unas personas de traje blanco las cuales estaban haciendo su debido trabajo con los cuerpos que habían encontrado, aquellos cadáveres seguramente irreconocibles por las quemaduras y tapados por las sabanas... No... No podía ser ¡Era imposible! Había estado pensando en como hablar con ellos todo el camino y tan solo la idea de que ahora las vidas de que sus progenitores ahora se encontraban... No podía ni mencionarlo, simplemente era descabellado.

-¿Q-quien... Quienes eran?- dijo apenas como pudo aquel pelirrojo sin dirigirse a nadie particularmente.

Como era de esperarse llego un policía con una expresión de lamento, al instante Erick lo reconoció, era un amigo de su padre y por la cara que se traía no esperaba las mas mínimas buenas noticias.

-Erick, lo lamento mucho...-

-¡No! ni lo digas ¡No es cierto, es imposible que sean ellos!-

-Lo siento mucho... Se que no es fácil de digerir pero...-

-¡Que no! ¡Tiene que haber un error! Ellos eran muchas cosas y se merecían muchas otras, pero no la muerte, ellos no pueden morir... Ellos no, no ahora...- Refutaba el chico con rabia mientras poco a poco aquellos gritos se volvían casi un susurro y la voz empezaba a quebrarse.

Roger, el policía en cuestión sabia que Erick no tenia a nadie mas en su vida y que a pesar de ya ser casi un hombre, cargar con la muerte de sus padres es en lo absoluto algo fácil, sabia que debía dejar que se despidiera al menos una ultima vez antes del velorio. Vio que el chico empezaba a acercarse al lugar de los hechos así que con una seña de mano hizo que le abrieran paso y permitieran que Erick entrara, la mayoría lo conocía y al ir pasando todos iban prestando sus mas sinceras condolencias aunque al parecer el chico pelirrojo estaba absorto, estaba tan perdido en si mismo y sus pensamientos que parecía ignorar por completo todo lo que estaba a su al rededor.

El pelirrojo entre lagrimas y quejidos, aplasto la lata que aun traía en su mano, la hizo añicos de la desesperación e impotencia que sentía en ese momento a la vez que corría hacia los cuerpos de sus padres. Al irse acercando, un indescriptible sentimiento de terror lo iba invadiendo, un peso en el pecho lo iba atormentando y la ansiedad solo empezaba a crecer, quizá solo fueron unos segundos los que tardo en ir de la avenida hasta el lugar donde estaban los forenses pero para el, esos pocos segundos fueron eternos, en esos pocos segundos miles de pensamientos lo carcomieron gradualmente, sintió como se desmoronaba y quebraba lo que quedaba de el, todos los recuerdos, peleas y buenos momentos ahora yacían congelados y hechos pedazos. Erick en ese preciso momento sentía como el mundo se le venia encima y todo a su al rededor empezaba a dar vueltas. Ni bien llego al lado de los forenses el chico sintió como si lo poco que había comido se le fuera a devolver, el hedor de la mezcla entre sangre y carne carbonizada hicieron que se tambaleara, la basca del momento fue tal que se le fueron las luces, cayo al suelo como plomo. 

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Sin comentarios.

Nuevo año, nuevos propósitos, entre esos terminar a como de lugar esta historia.

En fin, ojala disfruten de esta historia tanto como yo lo hago al escribirla, no se porque había dejado de escribir...

Por cierto, ¡Feliz año nuevo! aunque ya sea un poco tarde.