Capítulo Único

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"El amor es un secreto que los ojos no saben guardar."



Yukichi Fukuzawa bebía una taza de té mientras observaba a su subordinado favorito rodeado de los demás miembros de la agencia armada de detectives y el ex miembro de the Guild, Edgar Allan Poe junto a su mapache mascota.
Aquel día se cumplía otro aniversario del nacimiento de Ranpo por lo que Kunikida, en nombre de todos, solicitó el permiso del presidente para llevar a cabo una pequeña reunión.
Este no tuvo objeción alguna por supuesto y allí se encontraban todos en su día libre conversando, riendo, bromeando y disfrutando de deliciosos aperitivos. Todo en honor al "Mejor detective del mundo."


Fukuzawa se mantuvo a una prudente distancia de los jóvenes para poder observar tranquilamente al joven de ojos verdes.
Una diminuta sonrisa se formó en sus labios al notar en el maravilloso adulto que se había convertido aquel niño mimado y caprichoso demasiado inteligente para este mundo que había conocido varios años atrás.
Estaba profundamente orgulloso de él, mucho más de lo que podría expresar con palabras pero deseaba dejar aquellos pensamientos y sentimientos para si mismo o confesarlos cuando fuera propicio solo al dueño de esos elogios en intimidad.

Por qué Ranpo y él compartían un secreto. Un secreto totalmente agendo para el resto de la agencia de detectives incluso para el propio Kunikida.
Un secreto dulce, uno que hacía sentir feliz y especial al joven detective.

Cómo leyendo el curso de los pensamientos del antiguo espadachín, Ranpo dirigió sus ojos verdes hacia la dirección donde el mayor lo observaba.
Intercambiaron miradas por largos segundos. Se conocían desde hacía tanto tiempo que ambos habían creado un lenguaje que no precisaba de palabras.

Ranpo fue quien se encargo de quebrar el contacto visual pero le fue imposible borrar la gran sonrisa que iluminaba por completo su rostro juvenil.
Continuo conversando con doctora Yosano y el tímido Poe. Observando también a su alrededor como Naomi comenzaba apegarse cada vez más a su hermano y como Dazai efectuaba bromas con el único fin de enfurecer a Kunikida, para ello no existía día libres para el suicida de cabello castaño.
Por su parte, Atsushi se mantenía apartado juntos a Kyouka y Kenji juntando con el pequeño Karl.
Todos estaban disfrutando de la fiesta.

Ranpo observaba de reojo al presidente que ahora leía el periódico totalmente ajeno a lo que hacían sus subordinados.
Sonrió mientras llevaba unas frituras su boca. Debía esperar un poco más para reclamarle al presidente su regalo de cumpleaños.
En cuanto estuvieran solos iría al ataque.




***


Ya caída la noche, luego de comer juntos el pastel de tres pisos (uno fue devorado únicamente por el homenajeado) y realizar una profunda limpieza exigida por Kunikida, los miembros de la Agencia y Poe abandonaron finalmente la oficina.
Todos a excepción del presidente y Ranpo. Nadie realizó comentario al respecto ni lo encontraron sospechoso.


En la oscuridad del despacho, Ranpo se sentó en el regazo del mayor. Rodeó el cuello con ambos brazos y comenzó a jugar con algunos mechones de aquel sedoso cabello gris.
Sus labios esbozaron una encantadora sonrisa y sus pupilas esmeraldas brillaban con una risueña y traviesa luz.

Fukuzawa a su vez sonrió también, su sonrisa era más pequeña en comparación con la del detective pero no por ello menos preciosa. Cuando sonrisa, su rostro adquiría una expresión de absoluta ternura. Sus ojos grises observaban con dulce devoción a su subordinado favorito.
Tomo el rostro del menor con ambas manos y unió sus labios finalmente, sabedor que ello era lo que el detective estuvo deseando desde el inicio del día.
Disfrutaron sin prisa de los labios del otro.
Todo era suave, todo era dulce como el algodón de azúcar.
Todo eso bastaba para hacer al corazón del joven detective latir de felicidad.

- Exijo mi regalo, Yukichi - demandó haciendo un puchero una vez que sus labios se habían separado.

- Lo quieres ahora mismo? - cuestión el presidente acariciando una de las calidad mejillas del menor.

- Por supuesto, a mi cumpleaños solo le restan 2 horas y media - dijo caprichoso cruzándose de brazos.

El antiguo espadachín negó con la cabeza. Ranpo era todo un consentido y solo él tenía la culpa de ello, nadie más que él.
Beso suavemente la frente del menor para disipar su demanda tan solo un poco.

- Vámonos ya entonces.

Tomo la mano de Ranpo, ayudándolo a bajar de su regazo y ambos abandonaron la oficina de la Agencia.





***


Los ojos verdes de Ranpo centellaron de la mas absoluta emoción y felicidad.

Se encontraban en "VANILLABEANS Café", una cafetería especializada en todo tipo de chocolate.
Un lugar que Ranpo había ansiado por varios meses poder visitar.

Por motivo de su cumpleaños, Fukuzawa decidió llevarlo aquel tranquilo y hermoso café con visita al muelle del Yokohama. Y también le permitió realizar todas las órdenes que él deseará.
Ranpo no hubiera imaginado regalo más maravilloso.
Está vez había evitado utilizar su "súper deducción" para descifrar cual sería el obsequio que su amado presidente le otorgaría ese año.
Está sumamente feliz de que aquello se había mantenido en secreto.

Con los labios manchados de chocolate, se acercó al presidente sentado frente suyo, quien solo había ordenado un té verde en comparación y dejo un beso en sus labios en agradecimiento pro su regalo. Sonriendo, regreso de inmediato a su lugar para continuar disfrutando de sus deliciosos postres.

Fukuzawa llevo una mano a sus labios y sonrió suavemente.
Desde que había conocido a Ranpo, su vida había tomado un rumbo completamente inesperado y a pesar de todo no cambiaría su presente por nada del mundo.

Gracias al joven detective su vida se volvió dulce.
Dulce como la sonrisa de Ranpo.
Dulce como aquellas golosinas y postres que a este le apasionaba comer.
Dulce como los besos que le eran robado o los besos de "buenos días" y "buenas noches".
Dulce como sus momentos juntos como el de esa noche en el café.
Dulces como el amor que sentían uno del otro desde hacía ya tantos años.
Dulce como el secreto de su relación. Ese que solo le pertenecía ambos.
Dulce secreto que los hacia cómplices.
Dulce secreto que hacía a Ranpo muy feliz.

Y si Ranpo era feliz, no existía nada más importante para Fukuzawa sobre la faz de la tierra y él mismo se encargaría que esa felicidad perdurara por el resto de su vida juntos.

Fin./

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Hola~ Espero que todos estén muy pero muy bien.
Aquí una pequeña historia en honor al Mejor detective del mundo, Endogawa Ranpo ✨
Él es mi segundo personaje favorito de BSD por lo que me da gusto haber contado con tiempo está vez para  escribir en su cumpleaños y expresarle mi cariño~ Ojalá lo hayan disfrutado 😊
Hasta que nos volvamos a leer.
Se despide, Lu.

~ Dulce secreto ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora