Terry

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Aquí encontrarás lenguaje que puede resultar inapropiado, escenas sexuales explícitas...si no te gustan, evita leer éste capítulo


Apenas hace 20 minutos que dejé a Candy en el tocador...río para mí mientras me remuevo en el interior de mi auto esperando por ella. Por su llamada.

Fué una odisea deshacerme de Anthony y Papá...insistían en que tomáramos unos tragos en casa, bendita mi madre que en todo momento estuvo pendiente de nosotros y...me ayudó a huir, es gracioso, escapando casi de 30 años del hogar donde crecí. Ah pero no pude librarme del sermón.

-Estoy totalmente a favor de que retomes las cosas con Candy hijo, pero no debes olvidar que es inocente, vete con cuidado por favor, William es de mente abierta, pero ella es la niña de sus ojos, no la metas en problemas y... cuídense de los paparazzis...-

Levanto mis brazos y hago seña de súplica con mis dos manos.

-Hey! Basta mamá tranquila..somos tan solo un hombre y una mujer que se gustan, y que vamos a pasarla bien, no somos unos chiquillos calientes que deban tener vigilancia. Basta, en serio Madre, yo sé que ella es diferente-

-Vas a terminar con Susana ya mismo me entiendes?-

-No te preocupes por eso mamá, no puedo terminar con algo que nunca empezó, solo teníamos sexo ocasional.-

-Ughh Terry eres incorregible-

Salí del complejo donde se encuentra nuestra residencia y manejo unos cuantos kilómetros. Ella vive sola, es independiente, fiel a sus convicciones, es simplemente la mujer perfecta. Nuestros encuentros ésta noche fueron de lo más intensos y ella fue de lo más receptiva y complaciente. He de admitir que...en inicio me descoloqué...cuando algo de cordura llegó a mí...si fué capaz de complacerme de la forma que lo hizo, será que ya tiene...práctica? Ah nooo! Es una estupidez, es inverosímil pero siento celos de pensar en ella estando en brazos de otro...y por otro lado.

-Ahora sé que nadie puede besarme como me besas tú-

Suena precipitado de mi parte, mucho, pero necesito saberlo aunque las caricias que hemos intercambiado a lo largo de la noche dicen más que mil palabras, algo me dice que...nunca se ha visto en una situación igual y...también habló de sueños, acaricio mi mejilla, sí esa que la muy atrevida golpeó con todas sus fuerzas, bien sabe Dios que un exabrupto de esos a NADIE se lo habría tolerado ella...

Un muy sutil beep hace que mi celular suene y de pronto un escalofrío agradable me recorre de los pies a la cabeza, sé que es ella...justo ahora, a la una de la mañana...si google maps no falla, estaré tocando a su puerta en siete minutos, siento mucha curiosidad por saber como vive, quiero saberlo todo de ella, de frente, de manera directa, no de voz en voz como la he estado siguiendo éstos años.

Las ganas de saciar ésta necesidad que siento de estar con ella, no tienen explicación alguna, es similar a las ganas de beber ese cognac delicioso,  a fumarte el más fino y caro de los habanos...y no me refiero solamente a lo sexual, desde que la conocí...todo en ella me atrajo, sé que no es más una quinceañera, sé que mis planes con ella son distintos de como eran en aquellos días...pero en el fondo es ésta energía que hay entre los dos que nos hace sentir tan bien cuando estamos juntos..sin darme cuenta estoy estacionandome fuera de su hogar, sé que aquí pasa más tiempo que en cualquier otro lado del mundo, desde que se concentró de lleno en su carrera actoral que apenas despunta y de que manera. Vive en el penthouse de un edificio que solo cuenta con tres plantas, en una zona residencial, pero no privada, es blanco y le adorna un arbol con impresionantes enredaderas de flores color lavanda, luce acogedor, sencillo y muy ella. Tiene una pequeña reja negra, muy acorde a las viviendas Londinenses y después de observarlo todo río como bobo...porque la realidad es que pretendo distraer mis nervios mirándolo todo y estudiando cada detalle. Después de respirar profundo toco el timbre e inmediatamente se encienden las luces del tercer nivel, escucho un zumbido y corro hacia la puerta que me ha abierto para ingresar y agradezco a Dios el que no haya elevador así camino para tranquilizarme y despejarme tanto como pueda, porque...después de los últimos acontecimientos, está claro que carezco de todo tipo de control cuando la tengo cerca.

MiéntemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora