Candy

910 115 31
                                    

Después de la erupción de pasión que Terry y yo experimentamos en el comedor de mi departamento, juro que volé a otra dirección, presa de la maestría con que tocó mi cuerpo, mis entrañas aún sin hacerme el amor por completo, salí de mi misma y cuando regresé al momento presente, respiré profundamente y aliviada, de nuevo, porque es real, y está aquí, esperando pacientemente recargando su cabeza en uno de sus antebrazos junto a mí en la mesa, a que la cordura se apodere de nuevo de mi cerebro para que podamos hablar.

-Yo sabía que...nada ni nadie podría evitar que hubiera un millón de mujeres en tu vida Terry...- digo esto abotonandome su camisa mientras continúo sentada encima de la mesa, no estoy  enojada pero sí en desventaja.. sacudida y algo aturdida por los últimos acontecimientos, mi ropa tirada en la estancia me dice que mis sueños están haciéndose realidad pero.....

-Yo en cambio no podría tolerar que hubieras tenido...tu sabes, historia-

Terry me ha platicado de su vida sentimental todos estos años, ninguna relación seria, algunas mujeres en su cama, ocasionalmente y...Susana quien se volvió su compañía más permanente durante los últimos 2 años. Me cuenta también de los motivos que tuvo para no buscarme, aún existiendo esta atracción que ha crecido junto con nosotros. Sus motivos son válidos aunque me hubiera gustado que él mismo me lo hiciera saber, en inicio sufrí de una gran decepción. Eleanor me habló del hermano sin detalles ni nombres y me pareció tierno aunque igual un pretexto que no tenía razón. Él tampoco me brinda mayor detalle sobre su hermano, es un tema sensible y dice que me hablará de ello cuando esté listo y...le creo.

-Estoy consciente de que mi muy desafortunado rol como mujer hubiera devaluado mi valor ante ti y ante cualquier otro de haber estado con otros, cambiarán las épocas y pasaran los años y para nosotras siempre será igual. Nunca he necesitado de tener un hombre para ser quien soy, aunque por irónico que parezca nadie con quien he salido da la talla Terry, nunca fui más allá de unos besos porque mi deseo de mujer se enciende sólo cuando te pienso, listo ya lo dije a alguien más que no sea la terapeuta.-

Me siento liberada y lo he dejado con la boca abierta y en silencio, el permanece sentado en una de las sillas frente a mí. Deliciosamente semi desnudo tiene el abdomen planísimo, trabajado, unos brazos perfectos no le encuentro un solo defecto.

-Terapeuta Candy? En serio? No sé si sentirme halagado o sentirme culpable...tu creías que algo andaba mal contigo. En verdad bendigo absolutamente tu sentir que...de alguna manera te reservó para mí pero maldigo el haber colaborado sin saberlo para que te sintieras fuera del lugar. No hay nada malo contigo, es hermoso, y en mi defensa puedo decir que...con ninguna ha sido como lo ha sido contigo.-

No  tengo garantías tangibles sobre lo que afirma hacer y sentir pero le creo a juzgar por la manera en que me trata, la forma tan particular que tiene a la hora de besarme, a la hora de hacerme sentir mujer superando todas y cada una de mis expectativas.

-Que es lo que sientes exactamente cuando piensas en mí en brazos de otro....celos?-

-Sentido de Posesión. Soy un hombre posesivo- Me encanta lo que me dice pero también río con ironía levantándome de la mesa.

-Lo dice el hombre que es posesivo cuando esa posesión no ha sido recíproca- Espero no haber matado toda la atmósfera maravillosa de nuestra entrega...pero no soy de guardarme las cosas, voy directamente al grano, sin medias tintas. 

-Mírame Candy...mírame muy bien, crees que estaría aquí contigo si mi intención no fuera pertenecerte? Si tú me aceptas, si tu me dejas, si tu te atreves...quiero ser tuyo, y estoy dispuesto a hablar con Anthony mañana mismo, incluso con William, te quiero para mí-

-Si sabes que el hecho de que iniciemos algo no quiere decir que nos gobernaremos el uno al otro cierto? Soy independiente, tengo una carrera y me valgo por mi misma, puedo compartir más no someterme- Debo dejarle claro lo que es para mí el concepto de posesión, me pongo nerviosa y el sonríe divinamente.

MiéntemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora