14 (Sunwoo)

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El de cabellos rojos se encontraba arodillado en el suelo con una pequeña y juguetona sonrisa decorando su rostro, era una indirecta más que obvia que su novio había captado rápidamente.

-- ¿En que estás pensando?

--Lo mismo que tú.

Sunwoo tomó una de las manos del contrario y la apoyó en su cabeza, empezando a desabrochar su pantalón a los momentos.

--Puedes tirar de mi cabello si quieres, cariño~

La expresión que Chanhee tenía en esos momentos era digna de un premio, por un lado estaba completamente rojo y por el otro sus ojos parecían pedir a gritos que lo haga de una vez.

Siguiendo con su plan bajó el resto de sus ropas dejando su intimidad expuesta.

--Chanhee...quiero oírte pedirlo --confesó comenzando a estimularlo con su mano aprovechando el momento para tomar la otra y en segundos meter a su boca dos dedos-- 

--Dios. --jadeo cerrando sus ojos unos momentos-- cariño, hazlo, por favor.

--¿Sí? ¿Hacer qué?

--Sabes de que hablo.

--Uhm, quizás. --tentado por los gestos de su acompañante, comenzó a lamer la punta de su miembro para luego hacer lo mismo de arriba hacía abajo--

--Sunnie~ --suspiro dando los primeros jalones a su cabello-- yo..mmh~

Dejándose llevar por la manera en que la voz de su novio endulzaba sus oídos aumentó su ritmo metiéndolo por completo en su boca.

Después de un rato el mayor iba a apartarse pero no lo hizo a tiempo, provocando una pequeña sorpresa para Sunwoo.

--Vaya, no creí que te gustaran tanto esas cosas, cielo --dijo el menor con una risita limpiando sus labios--

El momento parecía casi un sueño debido a lo magnífico del mismo, cada caricia, cada beso, cada mirada, adoraba su relación y lo gritaría a los cuatro vientos si se lo pidieran. Chanhee era el único capaz de hacerlo sentir tan bien consigo mismo, siempre tan atento y dulce ¿Cómo no amarlo cada día más?

--Ven aquí --pidio el mayor en un suspiro, acomodando sus ropas, tirando de su brazo y subiendolo al sofá--  que interesante película, cariño~

El de cabellos rubios se acomodó encima de su pareja dispuesto a besarlo y ahora tomándose el atrevimiento de quitar sus prendas.

Sunwoo lo miró de arriba a abajo con una sonrisa, Chanhee era tanto candente como adorable cuando tomaba las riendas.

.  .  .

--¿Quieres algo, cielo? --preguntó Sunwoo desde la cocina, el buzo de su pareja lo hacía sentir cómodo y le otorgaba calidez. Solían prestarse la ropa, era de sus cosas favoritas.-- podríamos ver algo más, quizá algo de Disney.

El mayor entró a la cocina acomodando sus ropas después de darse una ducha rápida, ya se hacía tarde y la fiesta por el cumpleaños de Younghoon estaba por comenzar.

--Oh, cariño, ¿Seguro que no quieres venir?

--¿De que hablas? Oh, cierto, la fiesta, lo había olvidado. No te preocupes, te esperaré.

--Volvere temprano asi podremos pasar más tiempo juntos ¿Eso te gustaría? --preguntó acercándose y tomando ambas manos de su novio--  podríamos preparar un pastel justo como te gusta y pasar un lindo rato abrazados.

--Quiero que lo pases bien, diviértete mucho, si necesitas que vaya por ti tan solo llámame y estaré allí cuanto antes --besó su frente lo observó con detalle, estaba precioso como siempre. Acomodó su camisa y dejó una pequeña caricia en sus manos-- llévate un abrigo ¿si? No quiero que te enfermes.

Decidió acompañarlo hasta la casa en donde, debido a la música y el ruido provenientes de esta, era sabido que había una fiesta. Una vez que se despidió pensó en caminar un poco, la noche estaba ideal para un paseo.

Observó las tranquilas calles iluminadas por la luna, después de unas cuantas cuadras la ausencia de ruido era evidente. Sacó sus audífonos sintiéndose un poco incómodo con el silencio. Siguió su camino en paz hasta que, sin quererlo, cientos de pensamientos inundaron su mente, y no necesariamente de los buenos.

¿Y si Chanhee comenzaba a considerarlo aburrido? No era la primera vez que este proponía salir a una fiesta y Sunwoo se negaba. No, él entendía que simplemente no eran lo suyo y eso estaba bien.

Cierta inseguridad lo estaba molestando pero no caería ante ello, se repetía una y otra vez que las cosas estarían bien, no lo admitía pero en el fondo uno de sus mayores miedos era aburrir a quien tanto amaba.

Quizá era el estrés por sus clases y la tensión con su familia lo que lo traía de este modo, estaba casi seguro de ello. Llegó a la casa de Chanhee y entró con su copia de la llave, pensaba en que hacer mientras lo esperaba pero no se le ocurría nada.

Se recostó en la cama y dejó el móvil a un lado para oírlo en caso de que su pareja llamase. Se sentía algo cansado, el tomar una pequeña siesta no le vendría mal puesto que recientemente casi no podía dormir.

Abrazó una almohada y cerró los ojos imaginando y recordando sus momentos favoritos, como la vez que conoció a los padres de Chanhee, eran muy agradables y dulces, lo trataron como si fuese su propio hijo, Sunwoo apreciaba mucho eso y lo guardaba entre sus preciadas memorias.

Era extraño, todo iba relativamente bien pero no se sentía tranquilo, no lo entendía. Negó y se centro en seguir recordando hasta finalmente caer dormido.

A veces las memorias pueden ser nuestra posesión más preciada, innumerables películas capaces de ayudarnos en nuestros peores momentos. Pero ¿Realmente les damos importancia?

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ʸᵒᵘ (SunMoon) (Sunnew)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora