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Capítulo 55: Contacto corporal

En el país de Cangshan.

Un joven llevaba a su amada mujer en su espalda, corriendo por la montaña y por el bosque.

"Ya casi llegamos ... Tong-er, aguanta".

El anochecer había llegado, y sus alrededores se volvieron inquietantemente silenciosos. Ni siquiera se oía el sonido de un pájaro solitario.

Una brisa nocturna soplaba desde todas las direcciones; La mujer de espaldas se estaba muriendo. La frente del hombre estaba cubierta de sudor; estaba reprimiendo con fuerza la incómoda premonición que tenía, y esperaba que los rumores fueran erróneos.

Una amplia zona de bosque de bambú apareció de repente ante él. La vista de ello levantó esperanza en los ojos del hombre.

El hombre aceleró su ritmo al llegar al final del bosque de bambú. Una pequeña casa de madera estaba escondida cerca del manantial de la montaña.

"Tong-er, hemos llegado! Despierta, mira ...

Sus ojos se abrieron mientras le sonreía débilmente al hombre.

PONGPONGPONG . Llamó desesperadamente a la puerta. Sintió que alguien estaba dentro de la casa, y eso lo hizo aún más eufórico.

¡Esa persona todavía debe estar aquí!

De hecho, se podían escuchar pasos desde el interior. Un hombre vestido con ropa blanca abrió la puerta. Era elegante y guapo, pero visiblemente frágil.

"¿Qué pasa?", Preguntó.

"¿Eres Qian Lü?"

El hombre vestido de blanco frunció el ceño, pero no lo negó.

El arrivador cayó inmediatamente sobre una rodilla y suplicó: "¡Qian Lü! Soy un alquimista de la tribu Yan. Mi nombre es Liu Yuanxi. Por favor, debes salvar mi ...

Qian Lü interrumpió la solicitud de Liu Yuanxi. "¿No has oído el rumor de fuera? Ya no salvo a la gente con mi cítara ", dijo.

Liu Yuanxi levantó la cabeza mientras miraba la fría mirada de Qian Lü, aturdido, "Pero, es diferente ... yo ..."

"Es lo mismo para mí: la vida de tu mujer vale la pena, pero las otras no." Qian Lü miró a la mujer moribunda en el abrazo de Liu Yuanxi. Por lo que parece, probablemente tenía al menos tres tipos diferentes de veneno en su cuerpo.

Qian Lü se volvió para volver a la casa. "Regresa. No importa quién venga. Ya no estoy salvando a nadie ".

"¿Cómo pudiste hacer eso?" Preguntó Liu Yuanxi, al ver que la puerta se cerraba. Se levantó desesperadamente y gritó: "¡Soy un descendiente del hombre que hizo que la cítara de Yue Xuan!"

La tribu Yan residía en el área del valle del Purgatorio. Su población era escasa y nadie se atrevería a acercarse a su área. La tribu Yan tenía talento para usar el veneno, pero hace unos miles de años, tenían un famoso maestro de la medicina.

Esa persona fue el alquimista que creó la cítara Yue Xuan. Además, también fue el abuelo de Liu Yuanxi.

Qian Lü de repente sintió que su corazón se hundía.

Liu Yuanxi continuó: "En ese entonces, tomó la cítara de Yue Xuan cuando vagaba por el mundo. Sin importar a dónde fuera, él ayudaría desinteresadamente a las personas que estaban agobiadas con enfermedades. Pero ahora, la cítara está en tus manos. Si puedes jugarlo, ¿por qué nos dejas morir?

Qian Lü miró el rostro pálido de la mujer mientras él permanecía en silencio.

"Qian Lü, ¿no tienes a alguien que ames? ¡¿Puedes entender cómo se siente ver a la persona que amas morir frente a ti ?! "