Capítulo 6

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Gustabo caminaba por la acera regresando hacia su casa, luego de pasar una buenisima tarde en la casa de su nuevo amigo Segismundo. Habia estado mucho tiempo alli, las horas se le pasaron volando completamente.

Eran entorno a las 9:30 de la noche, cuando llegó a su casa, donde abrió la puerta y vió que no habia nadie ¿Y su padre? ¿Otra vez había salido? Bueno eso no le importaba en lo absoluto la verdad. Entró a la casa a paso lento y cansado, dejo su mochila en el suelo y continuó su paso hasta el sotano.

Allí se saco sus zapatillas y las dejo a un lado de su "Cama", para luego acostarse en ella soltando un suspiro. No sabe cuando o como, pero terminó dormido en pocos minutos al estar mirando al techo sin hacer nada y aburrido.

Su sueño fue interrumpido de repente, un ruido muy fuerte lo despertó, pudo identificar el sonido de la puerta siendo azotada sonoramente.

Se sentó en el colchón tallando sus ojos, mientras miraba hacia la puerta del sotano con curiosidad, luego escuchó gritos y quejas, ahí pudo saber que su madre habia llegado y estaba discutiendo con su padre.

Volvió a acostarse poniendo la almohada sobre su cabeza para tratar de no escuchar más esos gritos ruidosos. Pero al cabo de unos minutos toda la casa se consumió en silencio, no se oía nada, lo cual extrañó a Gustabo.

Se levantó de la cama, era quizas muy estupido ir a revisar que había sucedido, pero el rubio siempre fue un chaval curioso y no se quedaría con la duda de que pasó.
Abrió la puerta, luego de subir las escaleras, y con cuidado y estando alerta asomó su cabeza fuera de la habitación.

Oscuridad... No habia más que eso, oscuridad, las luces estaban apagadas, lo cual puso tenso a nuestro pequeño ojiazul. Abrio por completo la puerta dando lentos pasos hacia lo que seria la sala, caminó con cuidado ya que no veia nada obviamente.

Lo ultimo que recuerda antes de caer inconsciente fue como unas manos atrapaban su sencible cuerpo, una de ellas hacia su boca con lo que parecia ser un trapo humedo con algún liquido, y la otra rodeando su abdomen para evitar que escape.

Allí, en su casa a oscuras, Gustabo fue drogado por alguien, sabe Dios quien y cayo inconsciente.

𝙷𝚘𝚛𝚊𝚜 𝙰𝚗𝚝𝚎𝚜...

Unas horas antes, mientras Gustabo aún estaba en la casa de su amigo gallego, un grupo de personas peligrosas, armadas, una mafia básicamente, estaban en su sede principal. Una mansión en el norte de la ciudad de los Santos, una gran mansión de colores claros y no tan llamativos.

Los dos menores de esa organización, de nombres Tonet y Juanjo, estaban en la orilla de la piscina de la casa, jugando con sus pies en el agua.

Mientras que otros tres integrantes del grupo estaban encima en el techo de la mansión, jugando a saltar desde lo más alto y tratar de llegar al agua sin golpearse, estos gillipollas, porque no tienen otro nombre, eran Gringo, Yun y Emilio.

Los tres mayores, siendo estos Jacob, Armando y Manolo, estaban debajo de un arbol a la sombra, cuidando de los niños de la organización, como les llamaban ellos, de que no salieras lastimados.

También Jacob y Armando, conversaban sobre el plan que harian a la noche, irían en busca de asesinar a una de las personas de más les había estafado, odiaban a los estafadores no los soportaban y cada vez que les engañaban se llevaban un tiro entre ceja y ceja.

No les permitirían seguir estafando a más gente, eran ratas que creían que se saldrían con la suya, y claro que eso no pasaría...

¿𝙽𝚄𝙴𝚅𝙰 𝙵𝙰𝙼𝙸𝙻𝙸𝙰? || GᴜsᴛᴀBᴏᴡʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora