Capítulo 20

2.2K 284 14
                                    


Horas habían pasado ya, quizás unas 3 o 4 en específico. ¿Y? Luego de tantas horas, ¿Consiguió aprender algo? Claramente si. No logró aprender trucos como él esperaba, porque era mucho más complejo de lo que pensaba, pero si había aprendido a abrir y cerrar la navaja con rapidez y con rebote también, eso cuanta como truco, tal vez.

La cosa es que él estaba feliz con lo que había aprendido en ese corto lapso de tiempo, era suficiente como para al menos poder defenderse, que era lo que él buscaba. Tampoco se cortó o lastimó como él creía, quizás alguna cortada en el dedo pulgar o índice, pero eso con una curita tiraba bien.

Como no había almorzado por haberse quedado allí arriba por varias horas, era obvio que en algún momento su estómago le exigiría algo de comida, y él buscaría algo para saciar su hambre. Asi que con eso en mente, guardo la navaja en su pantalón, bien cerrada y con el seguro puesto, no vaya a ser que se corte una pierna o algo por ser descuidado, y abrió la puerta de su cuarto saliendo de este con tranquilidad.

Estaba siendo un buen día en general, ignorando el tema de la noticia de que estaba desaparecido y que los cuerpos de sus padres ya se habían encontrado, hizo algo productivo y eso le hacía sentir bien. Le hacía sentir que por una vez en su vida, ya no veía todo un pasillo oscuro, ahora había algún que otro punto de luz que le guiaba por donde debía ir para no caer en un pozo sin salida y hundirse en su soledad. Hasta podría decir que estaba... Feliz, sí, feliz, hacía mucho que no sentía eso, y eso demostraba que estaba mejorando.

Pero en fin, salió de su cuarto y se dirigió a bajar las escaleras con toda la calma del mundo. Al llegar abajo, se fue directamente a la cocina, a ver que podía encontrar rico para comer, aunque bueno, según él toda la comida era rica y cualquier cosa le servía. Cuando entró en la sala de cocina empezó a hurgar cada compartimento y mueble, viendo todos los alimentos que allí se encontraban y se decantó por hacerse un sándwich ya que había encontrado un paquete de pan de molde. Por lo que cogió el paquete y lo dejó en la encimera. Después se fue a la heladera/refrigerador donde buscó si había algún tipo de queso en lonchas y jamón cocido, cosas que sí encontró y de paso, también, agarró un sobre de mayonesa grande que estaba en una de las puertas.

Ya con todas las cosas, y habiendo buscado una cuchara por los cajones, se dispuso a prepararse su preciado sándwich. Cogió dos tapas de panes, en una puso una cucharada de mayonesa y la esparció uniformemente por todo en pan y en la otra puso dos lonchas de queso y dos pedazos de jamón, para después juntar ambas partes y pegarle un gran bocado. Y como lo esperaba, estaba buenísimo, es más, Gustabo recordaba que esa fue la última comida que ingirió antes de que toda la tragedia sucediera en su casa. Recordaba como su madre se lo había preparado y lo había guardado en un tupper para que se lo llevara y lo comiera en el instituto, y eso le había emocionado muchísimo, pero luego de eso todo fue para mal.

???: Gustabo

Una voz le sacó de sus atormentados pensamientos y hizo que volviera a la realidad, viendo como se había quedado mirando al sándwich sin tragar lo que tenía en su boca.

Asi que tragó y miró hacia donde había escuchado la voz, y joder, era el hombre de rastas, otra vez.

Gustabo: ¿Qué quieres? ¿Cómo puede ser que siempre me interrumpas?

Cuestionó dandole otro bocado a su pequeño almuerzo improvisado

???: No sé, siempre te encuentro a donde sea que vaya, no es mi culpa enano

Contestó el moreno frunciendo el ceño

Gustabo: Ya te he visto como 7 veces y todavía no sé tu nombre ¿Cómo te llamas rastas?

Preguntó mientras apoyaba su cuerpo de lado en la encimera, mirando atentamente al otro rubio

???: Me llamo John, pero me dicen Gringo, y prefiero que me llamen así la verdad

Gustabo: Vale, entonces te llamaré John, solo para joderte un poco

Burló el menor viendo como su contrario lo miraba con mala cara.

John: Ni ganas tengo de discutir contigo, solo vengo a decirte que Jacob te busca, esta en el jardín

Dijo cruzandose de brazos

Gustabo: Oh, vale. Y ¿Dónde estan los demás?

John: Creo que están atracando una joyería, no sé, ve que a él no le gusta esperar

Gustabo: Joder ya voy, pesa'o

Y así como entró, salió por la puerta en dirección al jardín.

Tenía curiosidad por saber que era lo que ese hombre quería de él, dicho así sonaba mal, muy mal, pero no quería pensar en esas cosas. Cuando llegó afuera, lo vió apoyado en unas barandillas que delimitaban donde acababa el jardín, aunque al lado había unas escaleras asi que suponía que se podía bajar por la montaña. Se acercó a él con cuidado y lentitud, a paso firme y seguro, y se apoyó a su lado.

Gustabo: Hola, ¿Qué necesita?

Preguntó apenas se acomodó a su costado

Jacob: Número 1, ¿Dónde estabas que no almorzaste con nosotros? Número 2, ¿Por qué tardaste tanto? Y número 3, te tengo que enseñar un par de cosas

Todas las preguntas bombardearon a Gustabo, que hasta tardó en contestar debido a que estaba repasando lo que el mayor había dicho en su cabeza ya que no había entendido a la primera.

Gustabo: A ver número 1, me quedé en mi cuarto haciendo unas cosas, número 2, estaba comiendo por eso tardé y número 3 ¿Qué cosa me tiene que enseñar?

Jacob: Chino me dijo que habías aceptado ayudarnos en lo que hacemos mientras te quedabas aquí ¿Es eso cierto?

Dijo volteando a ver al menor por primera vez

Gustabo: Si, eso le dije. Y no se tome el tiempo de explicarme lo que hacen porque lo sé a la perfección, por eso acepté.

Explicó esta vez poniendose más serio y dejando las bromas atrás

Jacob: Bien, eso significa que no aceptaste a lo loco, perfecto.

Gustabo: Si, si. Ahora, ¿Qué me quiere enseñar?

Jacob: Si ya sabes lo que hacemos, sabrás que atracamos, hacemos tratos e intercambios y todo el tema. Y para hacer todas esas cosas utilizamos armas ¿No es así?

Gustabo: Aja... ¿A dónde quiere llegar?

Interrumpió antes de que siguiera explicando.

Obvio sabía que para atracar se necesitan armas y que ellos las utilizaban, porque ya había visto algunas cuando lo sacaron de su anterior casa esa noche y tampoco era la primera vez que veía una pistola.

Jacob: Te enseñaré a usar una, a eso quiero llegar.

Fue directo, sin tapujos ni nada. Él estaba seguro de que ese niño se cansaría de ver pistolas pesadas, Ap's, Ak's entre otras armas, y necesitaba enseñarle cuanto antes a utilizar alguna

Jacob: Si quieres atracar con nosotros o ir a intercambios, necesitas saber aunque sea sostener una arma larga, y si sabes disparar aún mejor, asi que tienes trabajo por delante chico.

Gustabo estaba procesando lo que le estaban diciendo, iba a aprender a usar un arma, le iban a enseñar a usar una obligatoriamente, y él cedería sin dudarlo, porque esas personas le estaban brindando un hogar con comida y demás, debía servir de algo para ayudarles aunque sea.

Gustabo: O-osea, ¿Usted me enseñará a manejar un arma?

Repitió incrédulo

Jacob: Yo no, todos lo haremos, asi que prepárate que hoy empezamos.

Finalizó para luego comenzar a caminar dentro de la mansión, dejando al chico allí solo.

El rubio miraba el brillante cielo, replanteandose una y otra vez que estaba haciendo y que estaba aceptando, pero no iba a arrepentirse, ya lo había dicho y lo iba a cumplir. Soltando un pesado suspiro se dió la vuelta y empezó a caminar hacia la gran casa, esperaba que disparar con una pistola no fuera tan dificil...

¿𝙽𝚄𝙴𝚅𝙰 𝙵𝙰𝙼𝙸𝙻𝙸𝙰? || GᴜsᴛᴀBᴏᴡʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora