CAPITULO 6: SWEETWATTER

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PARTE 2

CAPITULO 6: SWEETWATTER

Sara miro fijamente el reloj de su cuarto mientras lloraba hasta que el sonido de alguien tocando la puerta  la distrajo, se quito las lágrimas y práctico su sonrisa.

¡Sisi ven a comer mama hizo pasticho!—exclamo Pablo en español con emoción y Sara abrió la puerta con una falsa sonrisa en el rostro, la castaña fue a la pequeña cocina y se sentó en una de las sillas.

¿Cómo les fue en la escuela?—pregunto la mujer mientras servía el pasticho en los platos de sus hijos.

—A mi me fue bien—contesto Pablo metiéndose a la boca un trozo de pasticho, Sara miro el reloj de la cocina y trago grueso eran las 8:30.

Y a ti sisi ¿como te fue?

—Me fue bien.

Terminaron de comer, Sara fue a su habitación diciéndole a su madre que iba a dormir cosa que no era verdad, puso un montón de almohadas y las cubrió con su cobija. Fue a cambiarse de ropa y salió por la pequeña ventana de su habitación.

Por un momento pensó en usar su motocicleta para ir al lago Sweetwatter pero luego descarto esa idea, camino y camino hasta que llegó al río Sweetwatter, sus manos sudaban frío y miraba a todos lados esperando ver la silueta de una persona.

—Sara—la llamo una voz rasposa y varonil, la joven se volteo hacia la misma dirección de la voz—ven.

—Veo que sigues besándole el culo a S ¿verdad?—hablo la joven con algo de burla mientras se cruzaba de brazos—¿que quieres cabeza de chorlito?

—Sube ahora al auto—ordeno y Sara comenzó a reírse.—¡SÚBETE!—bramo tomando bruscamente el brazo de Sara y está gimió de dolor, se sentó en el asiento del copiloto y el hombre cerro con seguro.

—¿Que quieres?

El hombre se quitó su gorro dejando ver su cabello rubio y encendió el auto.

—Escucha niñita tu y yo iremos a Centerville.

—Yo no voy a ir contigo a ningún lado—refuto tratando de bajarse del auto y el saco un arma poniéndosela en la cabeza y la piel de Sara se erizo.

—Tu irás a dónde yo te diga—dijo de modo intimidante y Sara trago grueso—tu no querrás que tú querido hermano Gabriel termine muerto por la mañana ¿verdad?—agrego empezando a marcar los dígitos en el celular con una sonrisa maliciosa.

—¡Déjalo en paz!, ¡Dile que lo deje en paz!—exclamo Sara mientras lo sacudía, trato de tomar el arma del hombre pero el fue más rápido y la agarro fuertemente de las muñecas—haré lo que digas—agrego con voz rota y el hombre bajo el arma y arranco hacia aquel pueblo vecino.

—Buena decisión Sara.

Sara miraba por la ventana alarmada mientras el hombre conducía.

—¿Por qué están en Riverdale?—pregunto la castaña con frialdad y sin dejar de mirar la ventana.

—Digamos que el hombre de negro sabe hacer buenos negocios Sara—contesto con seriedad haciendo una mueca con sus labios.

Darkness; Latina 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora