Darkness; Latina 2

CAPITULO 9: EPIDEMIA

CAPITULO 9:

EPIDEMIA

Sara caminaba de un lado a otro en la sala de espera del hospital desesperada por saber algo de su madre, Cheryl estaba sentada en una de las sillas con Pablo durmiendo en sus piernas y Paula usaba su celular.

—Dios ¿por qué tardan tanto?—se pregunto la castaña y la pelirroja suspiro.

—Mi amor apenas han pasado diez minutos...se paciente—contesto Cheryl y señaló una de las sillas para que su novia se sentara pero la joven negó con la cabeza.

Minutos después Sara vio como Darío Sacristán junto a sus dos hijos entraban al hospital, la castaña fulminó con la mirada a los tres Sacristán y se acerco molesta al hombre.

—¿Que haces aquí?—pregunto Sara tratando de no armar un alboroto en el hospital y el bufó.

—Sara no es momento de ser irrespetuosa—hablo Darío con un tono amable y algo severo hacia la joven.—Tienes que respetar a los mayores—agrego.

—Tu no mereces respeto—contesto toscamente y el se acomodo el cuello de la camisa blanca que traía bajo el esmoquín.—Jamás tendrás mi respeto.

—Pequeña se que debes estar molesta porque tú madre y yo salimos—comenzó a decir Darío con tono agradable—pero debes superarlo, tu padre murió y ahora yo soy tu padrastro...la vida sigue—agrego, acaricio un poco el cabello de Sara y está golpeó su mano.

Se fue a sentar junto a su novia y está sobó el hombro de la castaña.

—Ella estará bien cariño—susurro Cheryl.

—No quiero que el esté aquí—refunfuño y la pelirroja asintió.—No me cae bien, no se merece a mi madre—agrego y la pelirroja recostó su cabeza en el hombro de Sara.

—Lo se cariño—comenzó a decir la pelirroja y Sara tomo su mano—pero el es novio de tu madre, ella lo escogió y no puedes hacer nada...el es parte de sus vidas ahora y no puedes echarlo de aquí—agrego y Sara asintio rendida.

—Familiares de Luna Oliveira—hablo un doctor y Darío de inmediato se acerco al hombre de pelo rubio.

—¿Enserio la regístrate con su apellido de casada?—cuestiono Paula y Sara se encogio de hombros y la joven se posicionó junto a Darío.

—¿Usted que es de la señora Oliveira?—le pregunto el doctor a Darío.

—Soy su novio—respondió tranquilamente, Sara sintió unas inmensas ganas de golpearlo, tal vez fuera egoísta de su parte no sentirse feliz con la pareja de su madre, pero no podía evitar sentirse enojada cada vez que Darío Sacristán le daba un beso en los labios a su madre, cada vez que la llamaba "mi amor", el no se la merecía según Sara pero la joven debía aceptar la decisión de su madre.

—Debo darles las malas noticias... actualmente la señora Oliveira se encuentra en un estado de coma—dijo el doctor y Sara se quedó en shock.

—E-ella va a despertar verdad—cuestiono Sara con preocupación.

—Eso espero—comento el doctor y Sara volvio a sentarse junto a Cheryl.

—¿Cómo está tu madre mon tresor?—pregunto y Sara bajo la cabeza.

—Esta en coma—contesto y de inmediato Paula la abrazo.

—Escucha...yo me quedaré con Luna está noche—indico Darío y de mala gana Sara aceptó.—Vayan a descansar—agrego.

. . .

Había pasado dos semana que la señora Oliveira había tenido aquel infarto, Darío se había hecho a cargo de los más jóvenes de la familia Oliveira, al menos solo por una semana, pero luego de eso Sara se tuvo que hacer cargo de su hermanito, remplazo a su madre en Pop's y trabajo mucho más con Paula para poder pagar el alquiler del remolque y también pagar las clases de soccer de Pablo y a la ves iba cada noche al hospital.

Aquel día parecia otro típico día en Riverdale High, las parejas romanceaban por sus alrededores, mientras las Vixens caminaban por los pasillos luciendo aquel hermoso uniforme azul con amarillo y sostenían sus pompones mientras le sonreían a los alumnos dejándolos embobados.

Pero como todo en Riverdale la normalidad no duraría mucho.

De repente el fuerte grito de Cheryl Blossom se escucho por todo el pasillo mientras cada una de sus porristas se encontraban en el suelo convulsionando aquello parecía una extraña epidemia que había invadido a Riverdale High.

—¡Ayuda!—exclamo Cheryl, fue hacia su novia y puso la cabeza de esta en su regazo.—¡ALGUIEN AYUDENOS POR FAVOR!

Fangs se acerco y se llevó en brazos a Toni y luego Kevin se llevó a Verónica. Mientras que Cheryl no sabía que hacer con Sara la cual seguía convulsionando segundos después la latina cayó desmayada.

. . .

Al despertar Sara sintió como algo suave la cubria, abrió los ojos y miro la habitación, mientras su cabeza dolía levemente, se sentó en la cama y trato de preguntarse como había llegado allí y de repente la puerta dejó ver a Cheryl junto a un hombre de mediana edad.

—Buenas tardes señorita Oliveira veo que ya despertó—hablo el hombre y Cheryl se acercó a Sara y le dió un beso en la cabeza.—Soy el doctor Calagari.

—Un placer conocerlo—hablo Sara y recostó su cabeza en el hombro de Cheryl.

—Tienes jaqueca mi amor—pregunto Cheryl y Sara asintio.

—Bueno iré a hacerte un rico y delicioso té—le dijo la pelirroja y sin más bajo las escaleras, el doctor Calagari procedió a explicarle que había tenido un ataque epiléptico junto a las otras porristas y le hizo los típicos examen, salió de la habitación y charlo con Cheryl para sin más retirarse de Diesel-House.

—Bueno descansaras todo el día, te hice un té de flor de narciso—hablo Cheryl sentandose en la cama de dosel y Sara tomo un sorbo de té—el doctor estará alerta por si te sientes mal de nuevo—agrego acariciando suavemente sus mejillas.

—Ya me siento mucho mejor Cheryl—dijo Sara acariciando la mejilla de la pelirroja.

—Puedes quedarte el tiempo que quieras...incluso para siempre—propuso Cheryl con emoción en su mirada y Sara alzó una ceja.

—¿Estás proponiendo que viva aquí?—inquirió Sara algo sorprendida.

—Es que estoy loca por tí obvio—contesto Cheryl y paso un mechón castaño por detrás de la oreja de Sara—te quedarías—agrego con un tierno puchero.

—Bueno...solo si prometes que dormiremos abrazadas—respondió Sara con una sonrisa alegre, de inmediato tiró a Cheryl a la cama y comenzó a besar su labios con sabor a cereza y le beso la frente.

—Te amo Sara Oliveira—susurro Cheryl acariciando sus labios.

—Yo también te amo—susurro antes de volver a besarla y Sara se puso sobre Cheryl mientras reían y se besaban desmostrandose todo el amor que sentían hacia la otra.

Buenas cómo están espero que estén muy bien, últimamente no he tenido mucha inspiración. ¡Ya casi es navidad!

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