Los insultos eran lo único que el sorprendido cerebro de Win llegaba a procesar. El hombre era atractivo, pero tan solo abrió la boca y todo eso se fue, bueno, en una parte, después de todo aún tenía esa exquisita cara.-¡¿Qué me estás mirando idiota?!¡¿Acaso no sabes hablar?!-preguntó desparramado furia el guapo hombre, ahora mirando a Win, como si tratará de matarlo.
El otro lado se percató de que lo había estado viendo sin decir nada por un largo tiempo, así que con los nervios en su máximo potencial habló.
-Lo siento, discúlpeme, puedo pagar por su camisa, ¿Le puedo comprar una nueva?¿No quiere la mía?- respondió el chico tratando de no sonar nervioso y débil a pesar de que haber hablado con una rapidez exhausta y su cuerpo temblaba un poco, mientras tomaba su camiseta con intención de darla a el otro hombre.
-¡No!, ¡¿Tienes idea de cuánto cuesta esto?!- respondió con más enojo el apuesto chico, mientras señalaba con su dedo la prenda manchada.-¡Estoy seguro que ni con el dinero que ganas en todo un año alcanzarias su costo!- continúo el hombre en gritos, a este punto ya había personas al rededor de ellos escuchando su discusión en plena vía pública, tenía buen pulmón el molesto hombre.
-¿Entonces cómo quiere que le ayude?, Ya me disculpé, le ofrecí comprar otra nueva y no quiso,¿Que quiere que haga entonces?- Win continúo la discusión ya molesto, a tal punto de casi gritar sus palabras. Podría ser tímido en la mayor parte del tiempo, pero tenía un límite, un límite que se rompía a cada susurro de la gente entrometida a su al rededor más el carácter hijueputa del hombre con el que seguía hablando.
El moreno también se percató de el espectáculo que estaba armando por lo que tomó un poco de su juicio y disminuyó forzosamente su enojo. Se acercó unos centímetros más al hombre y con la calma más posible habló.
-Solo lárgate.
Fueron las palabras que dijo el chico gruñón para después irse de largo, no tenía ánimo de hacer otro escándalo.
En realidad el problema no era grave, que la camiseta de ese hombre se haya manchado no fué la fuente de su irá, ya venía cabreado desde hace unas horas.
Win solo se fué rápido de todo ese montón de gente metiche y prosiguió con llegar a su destino. Durante el camino su común buen humor se había ido casi por completo, ese hombre tan solo lo había hecho molestar para luego marcharse como si nada. Lo único que internamente hizo un poco feliz a el castaño fue que ese hombre fuera real, tan guapo lastima que con un horrible carácter. Sin embargo, esa casi perfección, aún hacían sentir curioso a Win.
" ❝. . . . . . . . .❞ "
Win despertó tarde al día siguiente, era fin de semana y no tenía clases ni otro tipo de obligaciones. El plan del día era solo visitar a su hermanastra Pear.
Su padre le había pedido verla, ya que ella no se encontraba bien emocionalmente y estaba preocupado por ella.
Pear llegó a ser parte de la familia de Win de una forma agridulce.
La madre de Win había abandonado a él y a su padre, cuánto él tenía 8 años y su padre 29, después de dos años de despecho y tristeza de su padre por tal acontecimiento, al ser un hombre joven encontró una nueva esposa, quién ya tenía una hija de 14 años. La mamá de Pear y el padre de Win construyeron un hogar de amor y cuidado para los integrantes de esa pequeña familia. Con el pasó del tiempo la pareja consiguió varios logros y metas en su vida, actualmente el padre de Win era el CEO de una marca muy impresionante de ropa, mientras la madrastra de el chico era una escritora muy famosa en Tailandia como en el extranjero. Pear era una gerente en marketing en una gran empresa de productos de belleza muy conocida. Y después estaba Win, quién a penas cursaba la carrera de derecho y suplicaba por haber elegido la correcta.Justo ahora el chico se encontraba en un gran y lujoso departamento presenciando los llantos de una joven con total arrepentimiento.
-Win, fue mi culpa- continuaba Pear secando sus lágrimas con un pañuelo mientras abrazaba más fuerte a el castaño.-Ni siquiera sé por qué lo hice, solo quería darle un poco de celos, pero no así- continúo mientras derramaba más lágrimas por su rostro.
Después de toda una seción de llantos Win se enteró de la complicada historia de amor de su hermanastra.
Al parecer estaba saliendo con un chico desde hace ya varios meses, incluso habían planeado casarse en un futuro, este chico comenzaba a descuidar y desinteresarse por ella, ya que no le ponía atención como antes. Y como era Pear de intensa, se preocupo desconfiando de el. Tuvieron varias peleas en las que ella le reclamaba por ponerle el cuerno con otras mujeres, cuando no era más que desconfianza de ella y en una acción desesperada, al ver que el ya no le importaba mucho sus movimientos, le fué infiel por "accidente".Win podía sentir apreció por ella, pero no le iba a decir lo que quería escuchar, le iba a decir la verdad y las cosas como eran, además no era estúpido, sabía que ella tenía intenciones de serlo pero en cuanto lo hizo se arrepintió.
Pear seguía llorando mientras sostenía en sus brazos varias chaquetas y camisas de el "amor de su vida", el menor se sentó al lado de ella en el sofá de la gran sala y trato de calmarla, mientras ella solo seguía en su mar de lágrimas llamando a el propietario de las prendas.
La excusa de Pear desde hace unaa horas era que el chico viniera por la ropa que había dejado en su departamento, con eso podría hacer que llegará ahí y pudiera explicar lo que había pasado.
El hombre era un buen partido, fuera de que Pear lo amara o no, ella no le dejaría el pasó libre a otra mujer que pudiera tomarlo, después de todo el hombre era perfecto.
Luego de unos minutos el timbre sonó dando una señal de que alguien había llegado. La chica en gran rapidez abrió la puerta y dió un suspiro de esperanza con felicidad al ver que su insistencia habían dado frutos, el hombre estaba ahí parado. Pare trato de recibirlo con un abrazo pero este no dejó que pasará, tan solo siguió de largo hasta llegar a la sala donde se encontraban sus pertenencias y dónde estaba Win, al cuál ni siquiera lo notó. Win solo vió de espaldas al sujeto.
Tomó sus cosas y se dirigió a la puerta lo más posible, pero fue detenido de su brazos por la arrepentida mujer.
-Bright espera! Déjame explicarte, por favor- suplicó Pear con callendo de nuevo en llanto.-Yo no quería, en verdad per-
Las palabras fueron reprimidas al ver cómo el chico ya molesto la apartó de ella empujandola en un movimiento brusco.
Win pudo escuchar lo que pasaba y decidió ir con su hermanastra ya que no quería que algo grave entre ambos pasará a violencia. Tan pronto como el menor estuvo junto a su hermana, miró al hombre del que tanto sufría.
El mismo idiota de la camisa.
El mismo idiota gruñón
El mismo idiota que lo insultó.
El mismo idiota que lo hizo molestar para nada.
El mismo idiota que anhelo.
Ahí estaba él, con la misma expresión de furia en su rostro, y la camiseta roja que traía puesta le quedaba bastante bien.
Ambos chicos cruzaron miradas y fue notorio que de inmediato ambos se reconocieron, sin embargo solo uno de ellos no le importó.
-Bright! Espera!
Las palabras de la chica se quedaron en el aire, pues el chico ya se había ido, dejando a una mujer dolida y a un Win confundido y con más deseos de volver a verlo.
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[𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭 𝐦𝐚𝐧]···ᴮʳⁱᵍʰᵗʷⁱⁿ
RandomCada noche Win sueña con tener al hombre perfecto que lo pueda amar. Un hombre como aquellas novelas que a diario leía y con un hermoso aspecto como los hombres que veía en sus películas románticas preferidas, por lo que empieza a desearlo y pedirlo...