EPÍLOGO

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—No abras los ojos aún —le dijo Taehyung guiándolo dentro de la habitación del motel y cerrando la puerta.

—¿Ya puedo mirar? —preguntó ansioso.

—Abre los ojos.

Jimin no pudo evitar la carcajada, la última vez que habían visitado aquel lugar, Taehyung había elegido la habitación del medio oriente. Esta vez había escogido la habitación japonesa.

—¿Quiere mi hermoso novio disfrutar de un mini viaje al Japón?

—¡Me encanta! —dijo Jimin riendo y revisando la habitación con curiosidad.

—Pensé que podríamos crear una tradición y venir aquí cada año. Después de todo, aquí recomenzó todo.

—Me gusta la idea, el próximo año yo elijo la habitación.

Taehyung había aprovechado que cumplían un año juntos, para que celebraran en privado, habían escogido la primera vez que fueron a ese mismo motel como fecha de aniversario. Su novio quería llevarlo en un viaje de verdad, pero aún no lograban cambiar su nombre legalmente, por lo que todavía tenía una orden de arraigo en su contra y no podía salir del país. Afortunadamente, Gino Morelli, el socio de Adrián, era un excelente abogado y había logrado que el juez suspendiera la orden de arresto hasta aclarar su verdadera identidad, así que no había tenido que ir a prisión.

Muchas cosas habían cambiado en ese año. La principal era que ahora estaba estudiando diseño y trabajaba esporádicamente con un diseñador. No era un trabajo fijo, Jimin alternaba su horario entre los estudios, decorar las casas pilotos de la constructora Kim y los trabajos que hacía esporádicamente. Y aún así, ganaba más que como obrero.

Le encantaba su trabajo, por primera vez en su vida, estaba haciendo algo que realmente amaba e incluso tenía su propia oficina donde trabajar.

Taehyung había comprado una casa en el mismo condominio donde vivían Chris y Alen, así que ahora eran vecinos. La nueva casa era preciosa, y la habían elegido, principalmente porque tenía una habitación en la que Jimin pudo armar su oficina.

Jimin le había dicho a Taehyung que no era necesario mudarse, pero su novio había insistido, diciendo que Taehyungie necesitaba un patio donde jugar y que un apartamento en un piso alto era un peligro para un niño inquieto de cuatro años.

Ahora debía admitir que amaba su nuevo hogar y le encantaba disfrutarla con su familia y amigos. Compartir su vida con su novio y su hijo, era lo mejor del mundo para él. Taehyung era un padre maravilloso con su hijo, y Taehyungie amaba a su papá Taehyung.

Durante el tiempo transcurrido también había dejado de ver al psiquiatra, aunque aún seguía controlándose los demás problemas, especialmente su mano. Ya se la había operado dos veces, con muy buenos resultados, ahora su mano se movía mejor y ya casi no dolía, principalmente porque Taehyung había insistido que visitaran a los mejores especialistas.

Aún discutían a veces por temas de dinero, Taehyung se había mantenido firme en la idea de ayudarlo y de que todo lo suyo era de ambos. Con el tiempo Jimin había aprendido a relajarse al respecto y podía disfrutar de los beneficios de tener un esposo con dinero.

Sintió a Taehyung en su espalda y el firme cuerpo de su novio se pegó a él. Jimin se giró en sus brazos para recibir un delicioso beso.

—Feliz aniversario —dijo Taehyung cuando separaron sus labios.

—Feliz aniversario, amor —respondió acariciando su mejilla.

—¿Qué quieres hacer ahora?

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