La diosa, los pecados y la fuerza

23.- Gratitud a regañadientes

Nota del autor

¡Oye! Vanitas1776 aquí, espero que disfruten de este capítulo. Cuenta con Accelerator, pero antes de llegar al capítulo, necesito responder a las reseñas.

nindjo: Estoy de vuelta, sí. Intentaré no defraudar.

Grimm Veil: este capítulo de Accelerator debería ser bastante decente. Técnicamente, la verdadera esencia de su arco comienza ahora. Me alegra ver que te guste mucho.

Deathmask83: No entiendo muy bien lo que estás diciendo, pero haré mi mejor esfuerzo. Me alegra que pienses que la historia está bien escrita, y ahora que la actualizo regularmente, deberías estar bastante bien.

D3vilNeverCry: Zekrom1 está trabajando en Xenoblade Chronicles en este momento; no veo el sentido de eso, pero me dijo que pusiera algunos elementos del juego en este fic. El Kara no Kyoukai está un poco lejano ... probablemente después de este arco. Estoy combinando elementos e influencias para hacer una combinación única; no tiene sentido copiar descaradamente algo para una subtrama. Sobre la pausa, eso será al final del capítulo.

De todos modos, ¡a la historia! ¡Espero que todos disfruten! Además, me disculpo si el capítulo anterior fue insatisfactorio en comparación con el resto. A medida que vuelva al ritmo de las cosas, lo haré mejor.

Aquí está. Lamento haberte hecho esperar. Leer y revisar, por favor...?

Gratitud a regañadientes

Accelerator esperaba en su celda, llevándose a la boca el estofado lleno de grumos. Su malestar se desvaneció hace mucho tiempo, se apoyó contra la pared de la prisión y tragó. Se volvió para mirar a los miembros de su equipo. "Si tienes algo que decir, hazlo".

Los tres hicieron una mueca y Rain se volvió hacia Accelerator. "A-accel, ¿qué usaste para atacar a ese centurión?"

"¿Qué pasa con eso?" Accelerator refunfuñó ante la vacilación en sus ojos y se inclinó hacia atrás. "Si vas a preguntarme algo, termina. No sigas mirándome como un montón de idiotas con los ojos muy abiertos."

"Tu fuerza ..." Rain negó con la cabeza. "¿Qué tipo de poder era ese? Incluso cuando estaba en el ejército, nunca vi nada como eso".

La mirada de Accelerator cayó a su mano derecha. Lo apretó. Había pasado una semana y aún podía mantenerse de pie. Podía moverse, hablar y calcular como podía antes de su incidente con Amai Ao, y sin embargo, había algo diferente. Un poder extranjero en los rincones más oscuros de su mente.

Sus pensamientos se dirigieron a su conversación con Levinia Birdway, donde se sentó con Kamijou Touma y Hamazura Shiage. ¿Fue esto mágico? ¿Algo relacionado?

Como para experimentar, cerró los ojos y respiró hondo. Ahogando los susurros de sus compañeros de equipo, se centró por completo en esa potencia extranjera. Solo sin nada más que sus pensamientos, podía escucharlo chapotear, como si fuera un recipiente lleno de agua.

Y metió la mano. Con el ojo de su mente, miró dentro de esta cuenca que existía en los rincones de su imaginación, sumergiéndose en esas profundidades insondables. Y, sin embargo, el poder resistió; en el momento en que intentó alcanzar ese poder, se convirtió en hielo y se negó a ceder.

Maldiciendo de frustración, abandonó el poder y abrió los ojos. ¿Qué importaba? Era mejor usar poderes con los que ya estaba familiarizado en lugar de dominar alguna habilidad extraña de la que nunca había oído hablar. Sus pensamientos se dirigieron a la Tercera Guerra Mundial y se estremeció al recordar cómo su cuerpo se rompía y las sinapsis de su cerebro ardían.

La magia había hecho eso. Si este poder, Fuerza fuera algo así como magia, entonces se estaría suicidando y ¿para qué? Como decía el refrán, la curiosidad mata al gato, y él no era un gato. Era un hombre decidido a regresar a su hogar y a su familia. Aplastar a cien, mil enemigos no importaría. Destrozaría este mundo si eso fuera lo que hiciera falta.