Capítulo 6

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Jaemin se sentó en su escritorio y trabajó en su último reto de criptología —resolviendo un cifrado de Hill— mientras esperaba a que Jeno llegara a la sesión de tutoría. Acababa de terminar de escribir un programa Python —con el que obtendría un conjunto de secuencias de cuatro caracteres a través del texto cifrado para determinar la matriz de resultados—, cuando escuchó que llamaban a la puerta.

—Está abierto —gritó y bajó la voz cuando Jeno entró—. Solo dame un segundo para guardar mi... —Jaemin tuvo que mirar dos veces cuando centró su atención en Jeno. Vestía pantaloncillos cortos de baloncesto y una camiseta sin mangas. Sus hombros y brazos estaban tan hermosamente esculpidos como Jaemin había imaginado. Mordió un lado de su mejilla para evitar sonreír. Era obvio que estaba tratando de mostrar la mercancía. Jaemin supuso que debería sentirse halagado porque Jeno quisiera impresionarlo. O tal vez era un intento de manipular a Jaemin para que le ayudara a estudiar. ¿Jeno se sentía atraído por él de verdad? Se preguntó por un instante cómo reaccionaría si Jaemin fuera el que estuviera enseñando algo de piel.

—Hola —dijo Jeno con una sonrisa—. ¿Dónde puedo poner mis cosas?

Jaemin se sentó en el suelo frente a su cama, y palmeó el lugar a su lado. —¿Aquí está bien?

—Sí. —Jeno se unió a él—. Gracias por hacer esto. Eres mi salvavidas. Tengo un examen el martes y realmente necesito obtener una buena calificación.

—Está bien. Empecemos. —Jaemin miró por encima las notas dispersas de Jeno para ver qué tenía que practicar: contraste de hipótesis. Se tomó su tiempo para explicar el propósito de la realización de un contraste de hipótesis y después siguió con los pasos involucrados. Jeno parecía entender el proceso cuando Jaemin hacía un ejercicio, pero tenía problemas cuando debía hacerlo solo. Jaemin se dio cuenta de que Jeno estaba más silencioso y desanimado conforme pasaba el tiempo—. Descansemos un minuto —sugirió.

Jeno subió las rodillas y enterró la cabeza entre sus brazos.

—Esto no tiene sentido —murmuró—. Nunca voy a lograrlo. No soy lo bastante listo.

—Oye. —Jaemin le golpeó con el pie, y Jeno alzó la cabeza—. No eres tonto. No te rindas.

—Solía ser bueno en matemáticas. Pero en algún punto se puso ridículamente difícil.

Jaemin se mordió el labio inferior. La broma estaba en la punta de su lengua. ¿Debería decirla? No. Oh, pero Ryujin estaría orgullosa. Y Hyunjin también.

—Eso es lo que ella dijo —espetó. Jeno pareció sorprendido pero después se rió.

—Veo que Hyunjin te ha contagiado.

—Eso es lo que ella dijo —repitió Hyunjin, y luego rieron juntos. ¿Eso se consideraba coquetear? ¿Satisfacía la petición de Ryujin? Era la primera vez que él hacía la broma de 'es lo que ella dijo'. Le gustó el haber sido capaz de hacer reír a Jeno, especialmente después de lo desanimado que había estado durante la pasada media hora—. Cada uno tiene diferentes talentos. ¿No eres un genio de las matemáticas? Estoy seguro de que hay muchas otras cosas en las que eres bueno. Como el béisbol, ¿no?

Jeno se encogió de hombros.

—Supongo. El entrenador lo cree. Pero ni siquiera estoy seguro de querer jugar al béisbol después de la universidad. Me encanta jugar, pero no sé si quiero vivir ese tipo de vida; siempre en la carretera, lejos de casa y la familia, constantemente preocupado por las lesiones y por ser sustituido. Y la organización no es exactamente pro-gay. Es mucha presión.

—Guau, nunca lo pensé de esa manera. Asumí que todos los chicos soñabais con conseguir llegar a las grandes ligas.

—Bueno, sí, lo hago, a veces. Pero en otras ocasiones pienso que la realidad no está a la altura de la fantasía.

A un golpe de la victoria [Nomin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora