Capítulo 10

79 12 0
                                    

Jaemin se movió cuando su reloj biológico lo despertó. Jeno había apretado el agarre de la cintura de Jaemin acercándolo más. En algún momento de la noche, sus cuerpos se habían amoldado en una posición cómoda para dormir, con Jeno abrazándolo por detrás. Jaemin cuidadosamente se giró para encarar a Jeno, que al parecer tenía el sueño pesado. Así que esto era despertar con alguien en tu cama. Estudió el rostro de Jeno mientras dormía. Parecía tan tranquilo. Jaemin pasó el dedo por la línea de su mandíbula. Nunca había sentido la barba de otro chico antes. ¿Con cuánta frecuencia tenía Jeno que afeitarse? ¿Cuál era su rutina por las mañanas? ¿Era gruñón por las mañanas? ¿Qué le gustaba desayunar? Jaemin quería saberlo todo.

Frotó con los dedos el pecho de Jeno formando pequeños círculos. Este murmuró suavemente, movió sus caderas contra Jaemin y suspiró felizmente. Jaemin se había excitado, pero no quería despertar a Jeno aún. En su lugar, se arrimó a su cálido pecho y cerró los ojos, impregnándose de su esencia y disfrutando de la sensación de estar piel contra piel.

Los recuerdos de la noche anterior vinieron a su mente. ¿Había notado Jeno lo nervioso que estaba, o había hecho un buen trabajo ocultándolo? Sabía que Jeno lo deseaba. Nunca dudó de eso. La cuestión era: ¿Hacia dónde iba esto? ¿Iban demasiado rápido? ¿Tenía Jaemin espacio en su vida para una relación? Nunca lo había considerado seriamente con anterioridad. No después de la desastrosa aventura amorosa que había tenido el año anterior. Pero ahora... ¿Jeno decía en serio lo que había insinuado en el último mensaje? ¿Que estaría allí para Jaemin, con él, que no tendría que seguir solo?

Si no hubiera sido por esos mensajes... o mejor dicho, por la ausencia de esos mensajes... Había sido después de que dejaran de llegar, cuando Jaemin se había dado cuenta de cuánto extrañaba tener una conexión especial con alguien. Era lo más dulce, lo más considerado, que había hecho alguien por él. Sobre todo porque Jaeno no estaba interesado en la criptología. ¿Cómo lo había hecho? Tenía que recordar preguntarle. O tal vez no. El misterio lo hacía atractivo. ¿Terminarían los mensajes ahora que estaban juntos? Si es que estaban juntos. En realidad no habían hablado de ello. Pero si se guiaba por lo que había pasado la noche anterior...

La noche anterior. Tan excitante. Jaemin deslizó la mano hacia abajo, trazando con sus dedos una espiral a lo largo de su vello abdominal hasta que alcanzó su semi-erecto pene. Lo tomó firmemente y usó su pulgar para frotar en círculos justo debajo de la cabeza, en el que, para Jaemin al menos, era el punto más sensible.

—Mmmmmmm —gimió Jeno.

—¡Oh, mis malditos ojos! Cúbrete, tío. ¡Cubríos! Por el amor de Dios. —Hyunjin sacudió la cabeza al ver a Hyunjin darse la vuelta y salir precipitadamente del cuarto.

—Oh, Dios. Me olvidé de él —dijo Jaemin, pasando por encima de Jeno. Hyunjin había accedido amablemente a pasar la noche en algún otro lugar para que Jaemin pudiese estar solo con Jeno, pero no habían discutido la posibilidad de que Jeno pasara la noche en su cuarto. Jaemin se puso rápidamente los calzoncillos y le tiró a —un todavía dormido— Jeno sus ropas—. ¿Crees que esté enfadado?

Jeno se restregó los ojos.

—Nah, él es genial.

—Supongo que echó un buen vistazo —dijo Jaemin.

—Pudo haber sido peor. Unos minutos más tarde y quién sabe con qué actos de depravación se habría topado.

Un ruidoso toque atrajo su atención a la puerta. Hyunjin volvió a entrar en la habitación usando su gorra de béisbol para proteger sus ojos.

—Ya es seguro mirar —dijo Jeno.

Hyunjin bajó la gorra.

—¿Y? ¿Finalmente habéis dejado de mirar vuestros ombligos?

A un golpe de la victoria [Nomin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora