CAPÍTULO 3

8 1 0
                                    

Luego de nuestra pequeña visita a los padres de Cameron, ambos regresamos a mi hogar. Aún me cuestionaba el porque había dicho eso delante de su madre.

Sus actitudes habían cambiado demaciado logrando así que me confundiera cada vez más, parecía hasta intentos obvios, pero tampoco seria capaz de declararme repentinamente.

Al llegar a mi hogar, cada uno se fue a su respectiva habitación, ninguno volvió a tocar el tema de nuevo.

Las horas pasaron y el reloj dio la media noche, por mi parte había estado un tiempo revisando mis redes sociales, cuando me cansé de ello, apagué mi celular y lo dejé en mi mesita de noche.

Grité al ver una sombra moverse en la oscuridad de la entrada a mi cuarto.

-No es necesario que grites, soy yo-.

-Cameron deja de aparecer sin previo aviso a mi cuarto, si sigues de esa manera te voy a echar, y se que no te gustará eso-.

-En eso tienes razón, dejaré de hacerlo, lo prometo, ¿Que hacias?-.

-Solo revisaba mis redes sociales, por cierto ¿Hace cuánto tiempo estás ahí parado?-.

-Llegué solo unos minutos antes de que te dieras cuenta de mi presencia-.

-¿Necesitabas algo?-.

-Si-.

-¿Qué cosa?-.

-Quiero dormir contigo, como la noche anterior, esperó que no te molesté-.

-Claro que no, ven-.

Luego de eso me hice a un lado dejando el espacio suficiente para que él pudiera acostarse a mi lado.

-Buenas noches-.

-Buenas noches-. Dije con un nerviosismo notable

La simple idea de tenerlo tan cerca me aterraba y lograba que mis nervios acrecentaran de manera drástica.

Era verdad que la noche anterior habíamos dormido juntos, abrazados y con nuestros cuerpos sin un poco de distancia, pero era otra situación, estaba muy asustada y poco conciente de todo lo que hacía, solo quería a alguien que me reconfortara.

Ahora estaba más que consciente y con todos mis sentidos, ahora la situación se volvía algo incómoda para mi y él parecía no sentirse igual que yo.

Sonreí para mi, mientras observaba la inmensa noche estrellada desde mi ventana, y me cuestionaba sobre su repentino cambio de actitud o simplemente sobre quien era la nueva persona con la que ahora compartía mi cama.

Ambos nos encontrábamos a cada extremo de la cama, sin producir ninguna clase de sonido, sin mencionar alguna palabra, el silencio que reinaba eran tan pacifico que se podían oír claramente la sincronización de nuestras respiraciones.

De pronto sentí como la cama se hundía más y más, dejándome muy en claro su cercanía, él sin más paso su brazo derecho sobre mi cintura y se aferró a mi cuerpo.

No dije nada, tampoco lo haría, no era capaz de decir nada en ese momento, solo podía sonreír y porque, solo porque amaba cada acción nueva de su personalidad.

Podía sentir su delicada respiración sobre mi cuello, determinando claramente que tan cerca estaba de mi cuerpo, giré solo un poco mi rostro para así contemplar el suyo ser iluminado por la luna.

Él sonrió para mi y yo le devolví tal acción, ambos conectamos miradas al instante, luego caí en cuenta de que tan cerca estaba, solo nos encontrábamos a centímetros, centímetros que en otra ocasión y otro contexto ya no existirían.

Forever Love [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora