La cuartada perfecta

Te prometo que volveré, amigo

Narra Edoga:

Ya habían pasado aproximadamente 2 meses desde que Reiji-san nos descubrió con una pequeña de tan solo 10 años en el cuarto de Shu-san

Exacto, hablo de T/N, la pequeña que se ha robado los corazones de nosotros tres, con su ternura e inocencia, nos da una paz inimaginable

- Edoga-san, nos retiramos, le vemos mañana - y como siempre, Reiji se despedía de manera cortes

- Hasta luego Reiji-san - me despedí dando una reverencia por respeto

- Nos vemos amigo - se despidió de mi Ririe

- Nos vemos Ririe - me despedí de mi amigo y todos se fueron

La pequeña estaba dormida, por lo que los hermanos se la llevaron a su casa

Al día siguiente solo fue Shu a acompañarme, estábamos cosechando y bromeando cuando de la nada me percate de unos estruendosos gritos

- ¡EDOGA! - escuche gritar a mi vecina de enfrente

Shu y yo nos acercamos a la aldea, sintiendo un tremendo calor, vimos unas enormes flamas consumiendo mi aldea

- ¡Corran todos! - gritaban unas madres con sus hijos desmallados en brazos

Por alguna razón, voleé a ver el otro lado de la aldea, igual estaba en llamas, pero curiosamente vi corriendo a alguien por atrás de las casas

Era como de mi estatura, pero no le pude seguir ya que escuche a mis padres dentro de mi casa

- ¡Aaaaah! - escuche gritar a mi padre

- ¡MAMÁ, PAPÁ! - grite sin papar, mis lágrimas querían apoderarse de mi ser, pero en lugar de eso, decidí adentrarme para salvarlos

Salí corriendo en dirección de la puerta, y justo antes de entrar, alguien me detuvo

- ¡No lo hagas Edoga, no puedo vivir sin ti! - me dijo mi amigo mientras sostenía mi playera

- ¡Si no voy adentro, ellos morirán! - le dije intentando contener mi tensión

- ¡Si vas adentro tu también morirás! - me grito mientras unas lágrimas brotaban de sus ojos

- Te prometo que volveré, amigo - le prometí en vano, pues los dos sabíamos claramente que no lo haría

- Te esperaré Edoga-kun - me respondió y me soltó la playera, inmediatamente me fui a la puerta, me detuve y lo volteé a ver

- Adiós Noble - susurré con mis ojos cristalizados

De las pocas veces que me burlaba de él, era por ser noble, ahora es la última ves que veré a un noble

Narra Shu:

No logré contener mis lágrimas, pues había perdido a mi mejor amigo en tan solo 5 minutos, lo espere afuera de su casa, pero nunca salió, y las llamas empezaron a amenazar con matarme también

Me aleje un poco, para seguir esperando a mi amigo, nunca salió de esa chosita

Me regresé a mi casa, vi a T/N en la cama de mi hermano, le dejé en paz para que pudiera descansar, y me dirigí a mi habitación, directamente me acosté viendo para el techo

Al pasar los días todos se dieron cuenta que estaba decaído, pero nadie decidió hacer nada, me empecé a crear un trauma, pues no faltaba ni un solo día en el que no pensara en aquella escena donde lo dejaba ir

- (Yo lo mate) - pensaba muy fueioso

Pasaron dos meses, y T/N intentaba alejarme del tema, pues ella era la única que quería ayudarme, pude recordar momentos hermosos que pase con Edoga gracias a T/N

- Shu-san, vamos a jugar - me decía la pequeña niña

- Claro - le respondía lo más normal posible, sacándome un par de risas de por medio

Quién le tuvo que explicar el por qué ya no ibamos con Edoga, fue Reiji, aún que no fue nada buena la historia que pinto

- A estado muy ocupado y no puede cuidarte, así que te cuídate yo - le relato a la pequeña, ella se lo creyó y yo me fui a mi cuarto a encerrarme

Pase mucho tiempo decaído, hasta que decidí ir para la aldea

Cuando llegue, solo vi las casas destrozadas y sin color de nada

Me empecé a acercar a la que solía ser la vivienda de mi amigo, solo vi dos cuerpos hechos cenizas, no pude evitarlo y salí corriendo, mientras derramaba un mar de lágrimas, por accidente me caí con una rama, me hice bolita en el piso y seguí llorando

Ok, este capítulo fue corto por que me quedé sin ideas, quería alegrar el día, pero como falle en una prueba pues estoy triste

Tranquilos, recuerden que Yuma es Edoga, así que aquí será lo mismo, si no por que Shu solamente encontró dos cadáveres (madre y padre)

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