La prometida de la muerte // Sonamy // [EDITADA]

Capítulo 1

Mi cumpleaños N.18

El sol comenzaba a hacer acto de presencia sobre el pueblo detrás de sus montañas, era una mañana tranquila y pacifica, los pájaros cantaban una hermosa melodia igual que todas las mañanas deleitando el oído de todo aquel que escuchara. Un pequeño rayo de sol entró travieso por la ventana de una joven eriza pelirosa dándole en el rostro de para despertarla.

—Mmh....—sus pestañas se abrieron perezosas dando paso a unas bellas esmeraldas que fueron resaltadas por la luz del día.

Tomó asiento levantando ambos brazos hacia arriba para estirarse cerrando los ojos en el proceso, con una hermosa sonrisa  que cautivaria a todo aquel que la mire, abrió los ojos y sonrió feliz.

— ¡Pero que hermosa mañana! —exclamó levantándose de la cama.

La pelirosa entró al baño, tras lavarse los dientes y haciendo sus necesidades salió, buscando en el su armario algo para ponerse hasta que un hermoso vestido rojo con cuello de tortuga y que en la parte trasera dejaba a la vista su espalda cautivó su atención, lo tomó acompañando su vestimenta con unas botas que le llagaban abajo de las rodillas con tacon algo alto. Se echó un detenido vistazo en el espejo completo que tenía dando una afirmación satisfecha de su imagen.

Salió de la habitación bajando las escaleras corriendo hasta llegar al comedor donde se encontraba su madre cocinando y su padre leyendo el periódico, algo completamente rutinario.

— Buenos días! —saludó sonriente llamando la atención de sus progenitores, el primero en darle un beso fue a su padre  Shadow Rose, un erizo negro con franjas rojas, ojos de color rojo sangre con un carácter frío, temperamental y que decir del orgullo pero era bastante cariñoso cuando se trataba de su familia.

— Buenos días Amy —respondió sin dejar de leer el periódico pero ahora con una expresión menos seria.

Se acercó a su madre, dándole un beso en la mejilla siendo recibido por la eriza mayor.

— Buenos días cariño ¿que tal dormiste? — preguntó su madre devolviéndole el beso.

Amelia Rose, una eriza pelirosa con ojos verdes jade, mucho más claros que los de Amy, era bastante cariñosa y amorosa y que decir de su hermosa belleza, ahora comprendía porqué su padre siempre mantenía alejados a todos de ella.

— Excelente madre ¿y la de ustedes? — respondió tomando una taza del estante y virtiendo café en este, dándole un sorvo al delicioso líquido que sólo su madre sabía preparar.

— Muy bien hija — contestó sonriente sirviendo le el desayuno a su esposo.

Amy miró a su padre serio, y preguntó: — ¿padre?.

Shadow la miró con su típico rostro serio y comprendiendo que como siempre su pequeña esperaría una respuesta, dijo:

— Dormí bien.

Amy, alegre le devolvió la sonrisa.

— Que bueno jeje.

— Ah! —chilló su madre en sorpresa llamando la atención de Amy —se me olvidaba cariño, espera —Amelia subió al segundo piso dejando curiosa a su pequeña, tras unos escasos segundos bajó nuevamente ahora con una pequeña y hermosa cajita entre sus manos— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS AMY!.

Amy, sorprendida, procesó el día en el que se encontraban y sonrió grande tras recordar que era su cumpleaños número dieciocho. Con emoción palpable tomó la cajita que le era dada por su madre.