Un viaje inesperado

Principio de semana

Beep! Beep! Beep!
No puede ser. Pensé. No puede ser lunes.

Por mucho que intentase convencerme de que seguía siendo fin de semana, sabia muy bien que hoy era lunes.

Mi mano alcanzó el despertador y acabó el molesto ruido.  Me levanté, fui a la cocina y me preparé un café. Volví a mi cuarto y me metí otra vez bajo las sábanas, todavía calientes. Cogí mi iPhone y chequée Instagram. Le doy un sorbo al café. El calor es reconfortante. Le doy "me gusta" al ultimo selfie de Gigi. Gigi es mi mejor amiga. Nos conocemos desde muy pequeñas, y aunque discutamos muy a menudo, la quiero como a una hermana. Tiene una larga melena rubia y ondulada, y los ojos azules, los cuales envidio mucho. No es extremadamente guapa, pero su sonrisa y su brillante personalidad enamorarían a cualquiera.

Al cabo de un rato, me veo obligada a empezar a prepararme. No me esfuerzo mucho en elegir la ropa; leggings, sudadera y mis inseparables botas Ugg. Mi pelo esta mañana está hecho un desastre, así que me lo recojo en un moño desastroso. Sinceramente, no hay nadie a quien quiera impresionar en el instituto.

Me miro en el espejo del baño, y lo que veo es un rostro de aspecto cansado. Hoy no me pienso maquillar, cosa que habitualmente hago. Sin embargo, encuentro las ganas suficientes de aplicarme crema hidratante y perfume. Tampoco busco espantar a la gente que me vea, después de todo.

Salgo por la puerta con paso decidido, dispuesta a superar este lunes. Atravieso el jardín, y llego hasta el coche de mi padre. Mi padre me espera dentro, con su traje ya puesto. Es empresario, y empieza a trabajar minutos mas tarde de que yo entre al instituto, por lo que me lleva todas las mañanas. El coche arranca, y avanza, dejando atrás la casa donde tanto me hubiese gustado quedarme.