Aquel chico, de piel blanca como la nieve y brillante como su madre ... Desciende a la tierra luego de la salida del crepúsculo, para seguir con su aventura en ese planeta único llamado tierra, con habitantes extraños e interesantes.
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Park Jimin nació de la luna .
Creció alejado de todo. Observando a la distancia las costumbres humanas. A medida que Jimin carecía, la curiosidad por ellos se hacía más y más grande. El niño de blanquecina piel bajaba a la tierra después del ocaso. Las primeras veces se mantuvo oculto entre los árboles del parque, escuchando las conversaciones y estudiando a sus habitantes con detenimiento. Con el paso del tiempo tomó más seguridad y comenzó a mezclarse entre la gente. Mezclarse ¡Si! ,pasar desapercibido nunca.. ¡No!, ¿Quién podría ignorar su belleza?. Delicado cual lirio blanco, tan perfecto y frágil a la vez. Si la Luna no lo reclamara como su hijo, se podría decir que nació de la misma Diosa Venus.
Otra vez con la llegada del crepúsculo, Jimin, se apresuró a bajar a la tierra. Siempre iba acompañado de su guardián, un zorro blanco de tres colas: Realmente majestuoso. Este lo asiste cuando se encuentra en problemas. Es enviado por la Luna para cuidar a su hijo de los peligros del mundo humano.
Una vez en la tierra, como de costumbre se recostó sobre el tronco de gran cerezo sintiendo el viento en su piel y las caricias de los pétalos que abandonaban las flores. Como si el mismo árbol lo llenará de cientos de suaves toques, perdiendo en cada uno de ellos su propia belleza. Porque en este mundo no podría haber algo más bello que Park Jimin.
Preguntándose: ¿Qué es ser amado? o ¿Qué es realmente el amor?. Ciertamente no lo sabía del todo, ya que únicamente concibe el amor materno, nada más que eso, muy en el fondo deseaba encontrar el "Amor", o si bien como le dicen los humanos; "Encontrar al amor de su vida", lograr vivir ese sentimiento tan cálido y eufórico.
Luego de un rato se propuso a caminar por las calles de Seúl. Estaba hundido en sus pensamientos, sin prestar atención a su alrededor, cuándo un grito proveniente de detrás lo sorprendió, sacándolo inmediatamente de "su mundo".
???- ¡Oye!
Jimin- Voltea a dónde proviene esa grave pero agradable voz - ¿Uhm?... - Su mirada se encuentra con la de un chico bastante alto, pelo negro, corto y ondulado cubriendo parte de sus ojos. Su piel parecía muy suave a simple vista. Vestía unos pantalones marrones, zapatos a juego, y camisa blanca.
*¿Es un estudiante? ... Se ve muy elegante como para ser uno; Pensó Jimin al notar que en uno de sus hombros dejaba caer una mochila*
Jimin- ¿Qué? - Pregunta confuso frunciendo el ceño -
???- Lo siento, estabas por cruzar la calle en rojo - Contesta con la mirada en esta, sonríe apenas levantando la comisura de sus labios -
Jimin- Mira a la carretera, y efectivamente, los autos pasaban a gran velocidad - Estaba tan concentrado en mis pensamientos, que no me di cuenta, gracias - Hace una leve reverencia -
