Cαρίτυlσ 1: Hσηεγ, Hσηεγ

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Honey honey, how you thrill me, a-ha, honey honey.
Honey honey, nearly kills me, a-ha, honey honey
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La futura reina de Auradon comenzó a gritar al divisar a sus tres mejores amigos. Habían pasado dos años desde la última vez que los había visto. Cada uno había tomado un camino distinto, lléndose a estudiar sus carreras universitarias a lugares lejanos del reino.

Ella se había quedado en la ciudad capital, Auradon City, estudiando su carrera de arte y ayudando a su prometido con asuntos reales. La mayoría de los días debía viajar de un lado a otro ya que aún vivía con su madre en la Isla de Kalokairi.

Tanto ella como Ben habían estado de acuerdo al decidir que la boda sería ahí, alejada de todos los medios y en donde Mal se crió hasta comenzar a ir a Auradon Prep.

Corrió hacia sus amigos mientras que los tres bajaban del bote que los había llevado hasta allá.

El primero en saludarla fue Jay, quien la levantó en sus brazos mientras que la abrazaba, haciéndola reír.

El siguiente fue Carlos, quien la abrazó con fuerza con su brazo libre. El perro en su otro brazo lamió la cara de la pelimorada, contento de ver a la amiga de su dueño.

La ultima fue Evie, quien volvió a gritar al tener a su mejor amiga frente a ella. Las dos se quedaron abrazadas durante varios segundos hasta que Jay y Carlos pasaron sus brazos sobre los hombros de ambas.

Carlos dejó al can junto a él en el suelo y extendió su puño hacia el centro de ellos. Los otros tres imitaron el gesto.

-Somos malos... - comenzó Mal, sonriendo.

-Desde la cuna- completaron los demás.

Los cuatro rieron.

Evie tomó la mano de su amiga y pegó saltitos al ver el anillo de compromiso que llevaba en el dedo anular de su mano izquierda.

-M, es bellísimo-exclamó con asombro.

-Se ve aún mejor que por vídeollamada- dijo Carlos.

-Quiero uno- declaró Evie, haciendo pucheros.

-Pues espera a que Doug te lo proponga-se burló Jay.

La peliazul le dio un codazo en las costillas y él se quejó, mientras que Mal y Carlos se reían por eso.

Otra vez pasaron sus brazos sobre los hombros del otro y comenzaron a caminar por el muelle.

-No puedo creer que te casas mañana-dijo el peliblanco.

Mαmmα Mια! [Dεscεηδαητs Vεrsιση]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora