LA BATALLA

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Capítulo XII


Había permitido que nuevamente le dañaran, otra vez Gulf sacrificaba su vida por él, esto definitivamente tenía que ser una pesadilla o una mala broma del destino. Pero también era la primera vez que se negaba a aceptar lo que estaba sucediendo.

Fue ver sus hermosos ojos perder su brillo, que algo en su interior comenzó a removerse, exigiendo  liberarse, llamando por venganza.
Fue el instante en que se encontró imprimandose del dueño de esos castaños que por siglos lo habían amado, protegido y domado su lado más salvaje, ese ser que la madre luna había elegido para él.

Cerró sus ojos permitiéndole a su linaje recorrer sus venas, otorgándole a la bestia el dominio de su cuerpo. Pero había algo más, su muñeca izquierda quemaba como el infierno como si su carne fuera marcada a fuego vivo, pudo ver como sobre su piel se formaba la imagen de una extraña flor, algo le decía que ya la había visto antes pero no recordaba donde, hasta que el brillo de la espada que Mild le había entregado se dejó ver a lo lejos, fue entonces que recordó que era el mismo símbolo; la Agaphantus azul el símbolo del elegido... La marca de su pequeño .

Al momento en que su parte animal se imprimo de Gulf, este se enlazo a él, compartiendo así su propio poder, debió imaginar que Gulf jamás dejaría de protegerlo incluso si estaba a pasos de la muerte.

Camino lentamente, sus ojos rojo bermellón brillaron, las piedras comenzaron a flotar a su alrededor cual escudo protector, los demonios extrañamente comenzaron a retroceder con miedo.

— ¿Qué es esto? ¡Porque ese mocoso sigue protegiéndote! — Gritaba Art

— ¡Porque no está muerto imbécil! — grito Mild, mostrando la marca del Agapanthus Azul en la muñeca izquierda de Gulf.

Art volvió los ojos hacia Mew, este le sonrió con chulería mostrando su propia marca — No puede ser, eso no es posible, ¡Porque está vivo! ¡Por que!

— Impronta, dijo Mew lanzando el primer golpe, comenzando una pelea entre ambos seres.

Art se elevó en el aire como buen cobarde al verse en desventaja contra la fuerza animal de Mew, sumando a eso la magia que lo protegía, sabía perfectamente que por si mismo no podría vencerlo, así que envió a sus demonios a que lo atacaran.

— ¡Matenlo! — Ordenó Art, logrando que todos se lanzarán sobre Mew, este dejó que la bestia dominará por completo, dejando ver a un lobo negro de gran tamaño, sus ojos y colmillos no eran los de un simple animal, sino los de un verdadero alfa, un ser bendecido y elegido por la misma madre luna, un demonio sediento de venganza por el daño que había sufrido su pareja, su familia y su manada durante siglos, por culpa de la envidia de un ser egoísta como Azzael, ese odio que jamás ha podido entender. Pero eso ya no importaba la historia no se repetiría, no mientras el pueda evitarlo, no mientras siga respirando.

Un gran rugido poderoso se hizo escuchar y todo comenzó, se lanzó cual bestia hambrienta sobre sus enemigos, arrancó sus gargantas, de un zarpazo los tiraba al suelo, Art no podía creer lo que sucedía, esa bestia terminaria con su ejército de podridos y el no podría con él, su muerte sería segura, pero se negaba a perder contra el mocoso y su bestia, si tenía que recurrir a esas pequeñas posoñosas, lo haría total Zeus no era más que un estúpido narcisista que no ve más allá de sus ojos y Temis, ella no tenía idea de lo que han sido capaces de hacer sus queridas hijas.

— ¡Dejen de jugar y aparescan! -— ¡Uy! pero que mal genio traes querido~  bueno bueno que desea de nosotras el primogénito del rey del inframundo — hablaban con burla las tres mujeres

— ¡¿Por que ese maldito niño sigue vivo?! ¡Que han estado haciendo, ese no fue el trato! — primero baja tu tono demonio menor — habló una de las mujeres molesta — segundo el trato era dejarte vía libre para que lo matarás y que hiciste, no sólo lo dejaste vivo sino que despertaste al original, al alfa ¡sabes que significa eso estúpido!

Art se encontraba algo aturdido, la verdad nunca se puso a pensar en las consecuencias de despertar a la bestia, al varcolac dentro de Mew, solo quería que el mocoso sufriera, desde siempre su vida estuvo marcada por la sombra de Gulf, habían crecido juntos en aquella tierra neutral donde no existían los estados naturales de cada uno, simplemente eran seres diferentes en convivencia, con la oportunidad de amar sin verse obligado a dejar nada por no corresponder al mundo del otro.

Mientras a él lo dejaban de lado todos adoraban a Gulf, así creció su envidia sin razones aparente para algunos, pero para Art era diferente el lo culpaba de todo lo que sufría sin ponerse a pensar que todo eso lo había generado el mismo con su personalidad egoísta y narcisista; y la única persona por la que sintió cariño fue deslumbrado por el maldito niño, incluso su propio padre lo protegía de sus travesuras cuando eran pequeños.

— ¡Me importa una mierda lo que signifique, los quiero muertos a todos! — grito con fuerza perdiendo los estribos — Eres realmente idiota, el hecho de que esa bestia despertará nos pone en riesgo a todos, incluso la estabilidad de nuestros mundos.
El alfa a tomado totalmente el mando y esta furioso porque el único ser que lo mantiene cuerdo esta herido e inconsciente y no hay poder en el mundo que lo pueda doblegar. Ese animal no descansará hasta terminar con todo lo que sienta que es un peligro para su pareja, sin distinciones incluso es capaz de atacar a su propia manada — Ahora entiendes lo que has hecho.

— No me hagan reír, no quieran lavarse las manos de esto ustedes están hasta el cuello igual que yo, que dirían sus padres cuando se enteren que han jugando con todos los hilos prohibidos solo por su retorcida manera de divertirse — ¡Cállate! Gritaron las mujeres aunque fue más un chillido que alertó a la bestia, dejando de jugar con los restos que quedaban de los demonios, se comenzó acercar a paso lento.

— Ustedes son las culpables de que mi pareja este herida, que mi humano haya sufrido... Ustedes han desafiado los deseos de nuestra madre luna y deben pagar por ello

Todo se volvió silencioso, estaba claro que nadie era rival para la bestia, estaban conscientes que de no hacer algo pronto todo el poco equilibro que quedaba se perdería, ellos lo habían alterado, pero las consecuencias serían devastadoras.

— ¡No puedes hacer nada Mew, varcolac o como quieras llamarte! — Grito Art de la nada — Las mujeres lo miraban atónita porque conocían el poder de ese ser y sabían que el tonto demonio no podría con él.

Veo que quieres ser el primero en morir no es así Azzael y ustedes — miro a las mujeres haciendo brillar aún más sus ojos si es que eso era posible — serán las próximas

El movimiento fue tan rápido que Art no lo previno y sólo sintió un dolor agudo en su hombro de donde brotaba oscura sangre dando paso a un grito lleno de dolor.

Te lo dije demonio inferior — cuando se preparaba para desgarrar su garganta, se escucho una voz dulce tan parecida a su pequeño que lo dejó inmóvil por un segundo hasta que  reconoció a su dueña — Lilith











Después de siglos he vuelto, mil disculpas pero han sido tiempos difíciles 😔, pero no he abandonado mi historia ya va quedando poquito para finalizar... Solo me queda decir gracias a quienes la han leído y a ti CarolinaPurita gracias por estar presente en ese momento me regalaste una alegría enorme cuando vi tu mensaje😘 🌻
Espero disfruten este capítulo que va con todo mi cariño y no olviden dejarme una estrellita porfis✨✨

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2023 ⏰

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𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐧 𝐭𝐢𝐧𝐭𝐚𝐬 ; ᵐᵉʷᵍᵘˡᶠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora