¿8? [Cinco Hargreeves Y Tú]

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"CINCO Y MEDIA"

Mansión Hargreeves

Todos los hermanos Hargreeves se iban reuniendo para el funeral de padre adoptivo 'Sr Reginald Hargreeves'

Vanya pago el taxi y bajo solo para encontrarse en la entrada de la mansión que la marco de por vida, se sentía nerviosa no sabía lo que le esperaba dentro.

-¿mamá?- pregunto a una mujer que miraba la chimenea atenta -¿mamá?-

-Vanya ¿Encerio estás aquí?- pregunto una voz femenina a su espalda

-Hola Allison

-Hola hermana

La morena se acercó lentamente a su hermana y luego la abrazó

-¿Que hace ella aquí?- apareció un hombre con traje de mallas -No deberías estar aquí después de lo que hiciste-

-¿Crees que es un buen día para eso?- pregunto la mayor -Si que estás vestido para la ocasión-

-Al menos es negro- contesto el hombre mientras subía las escaleras

-¿Sabes qué? Quizás tiene razón- habló Vanya tranquilamente mientras intentaba irse

-No le hagas caso, me alegra verte-

Tras su agradable charla con su hermana, Vanya camino directo a la sala; se acercó a un librero cercano y pudo observar el libro que ella escribió hace algún tiempo "Extra ordinaria: mi vida como número siete"
Pronto escuchó pasos tras ella y volteo lentamente.

-Bienvenida a casa señorita Vanya-

-Pogo- se acercó a él y le dió un abrazo aún sosteniendo su libro

El simio miró el libro -Ah si tú autobiografía-

-Sabes sí, ¿Alguna vez la leyó?- pregunto curiosa la mujer refiriéndose a su padre

-No que yo sepa- mintió

Vanya soltó una pequeña sonrisa y miró hacia arriba de la chimenea, dónde se encontraba una pintura de su hermano perdido.

-¿Cuánto ha pasado desde que Cinco desapareció?- volvió a preguntar incrédula

-Han pasado 16 años, 4 meses y 14 dias- miró un momento a Vanya -Tu padre insistió en que llevará la cuenta-

La mujer miró al simio a su lado, nunca pensó que Reginald le daría tal indicación.

-¿Quieres saber algo tonto?- pregunto Vanya mientras miraba a Pogo -Siempre solía dejar la luz encendida para él, tenía miedo de que regresará tarde, la casa estuviera oscura y que se fuera porque no nos encontraba. Así que cada noche yo, hacía un bocadillo y veía que las luces estuvieran encendidas-

-Recuerdo sus bocadillos- le siguió -Se que pise la mitad de esos sándwiches de mantequilla de maní y malvaviscos-

Ambos miraron nuevamente la pintura de Cinco sobre la chimenea

-Su padre siempre pensó que número Cinco estaba vivo, nunca perdió la esperanza-

-Y mira a dónde lo llevó-

Después de hablar con Pogo, Vanya se sentó en la sala esperando a sus hermanos, quienes querían hacer una junta para hablar del funeral. Esto era un poco incómodo para ella.
El primero en hablar fue Luther.