"El día en que las nubes grises escondieron el sol"
|Narra Amane|
*Ring Ring* *Ring Ring*
Sonaba mi despertador, solo le di un golpe para que dejara de sonar. -¡Quiero dormir un poco mas!- Exclamé. Hoy era día de instituto, siempre me era difícil despertar en las mañanas. El sueño siempre me ganaba, pero luego llegaba mi madre a mi habitación para arruinar mi sueño.
-¡Hora de levantarse, Amane!- Exclamó mi madre, mientras abría mi puerta de golpe. -¡Ahh!- Grité, luego de caer de mi cama del susto. -¡Que susto, madre!- Exclamé con furia. -¡Ya deja de holgazanear, y prepárate para ir al instituto. ¡Ademas tienes que ir a dejar a Kazou a su escuela!- Dijo enojada mi madre, y luego de seguro fue a despertar a Kazuo.
-Esta bien..- Murmuré, mientras me levantaba. Me vestí rápidamente, y me peine mi largo cabello negro. Baje las escaleras, y fui a la cocina para tomar el desayuno. -¡Buenos días, Onee-chan!- Exclamó el pequeño Kazou. -¡Buenos días!- Respondí.
-Coman rápido, para que no lleguen tarde a clases- Dijo mi madre, mientras colocaba los platos para el desayuno. -¡Claro!- Respondimos Kazou y yo. Nosotros teníamos que ir a lugares distintos por nuestro padre. El había decidido que Kazou fuera a una escuela diferente, mientras que yo ya estaba en un instituto.
[...]
Estábamos Kazou y yo caminando hacia su escuela. Siempre Kazou iba tomado de mi mano, ya se volvió una costumbre para el. -¿Estas segura que ellos no me molestaran?- Pregunto el pequeño chico de ojos cafés. -¡Segurisima!. Si ellos llegan a lastimarte, !Se las verán conmigo!- Exclamé, para no hacer sentir mal a Kazou.
-Gracias, onee-chan- Dijo Kazou, mientras sonreía. El siempre era molestado por niños mayores a el. Le quitaban su almuerzo, o no dejaban que estuviera tranquilo. Por eso el siempre suele estar conmigo y Ryûta.
-¡Buenos días, Amane, Kazou!- Exclamó el chico de cabello blanco como la nieve, y ojos verde limón. -¡Buenos días!- Exclamamos Kazou y yo. -¿Qué tal, pequeña gota de lluvia?- Dijo Ryûta, mientras me estiraba mi mejilla. -Bien, ¡Pero deja mis mejillas!- Exclamé, mientras le daba un suave golpe a Ryûta.
-Agresiva como siempre..- Dijo Ryûta con una sonrisa. -Perdón..- Dije avergonzada. -No pasa nada, Amane- Respondió el, mientras me sonreía.
-¿Qué tal, pequeño Kazou?- Dijo Ryûta, mientras le daba palmaditas en la cabeza de Kazou. -¡Muy bien!. Ademas, Amane prometió defenderme de los chicos malos- Respondió Kazou. -¡Qué bien!- Dijo Ryûta alegre.
-Bien, sera mejor ir en marcha para la escuela, ¿No?- Dije, mientras comenzaba a caminar junto a Kazou. -Claro- Respondió Ryûta, mientras caminaba junto a nosotros.
[...]
Ya en la escuela de Kazou, me asegure que los chicos mayores no estuvieran, para que Kazou estuviera tranquilo. Luego, yo y Ryûta caminamos hacia nuestro instituto. Al llegar, nos encontramos con una multitud en la entrada del instituto.
-¿Otra vez la chica popular?- Dije con un tono burlón. -De seguro, desde el primer día, esa chica gano mucha popularidad- Respondió Ryûta. Esa chica, era Iki Hiyori. Una chica de 15 años, que siempre solía dormirse en clases y hablaba sola.
Luego, Ryûta y yo caminamos hacia el salón. Al llegar, todos los de la clase se sentaron en sus puestos, Ryûta y yo también lo hicimos. Yo me sentaba atrás de la chica de ojos rosas, Hiyori.
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-¡Señorita Hiyori!- Exclamó el profesor al ver a Hiyori dormida. -Otra vez...- Susurró una de las amigas de ella. -¿Acaso nunca duerme?- Dije un poco molesta. -Al parecer no..- Respondió Ryûta.
[...]
Al termino de clases, Ryûta y yo fuimos a comprar unos helados. Compre uno para Kazou, aunque se derritiera un poco.. Igual el se enojaría si no le llevamos uno. Mientras caminábamos para ir a buscar a Kazou, notamos a lo lejos a la chica extraña de ojos rosas.
-¡No digas eso, Yato!- Exclamó Hiyori, mientras le gritaba al.. ¿Aire?. -¡¿Otra vez hablando sola, Hiyori?!- Exclamé, mientras yo y Ryûta caminábamos hacia ella. -¡Oh!, Hola Ryûta, Amane- Dijo alegremente la chica.
-¿No deberías ir a ver un medico?- Dijo Ryûta con un tono burlón. -¡Claro que no!, ¿Acaso no los ven?- Dijo ella confundida. -Nunca vemos a tus amigos imaginarios, Hiyori- Le reproche.
-Como sea, ¿estarás bien sola?- Dije. -Claro, no se preocupen- Respondió Hiyori. -Bien, solo pasábamos a verte a ti y.. a tus "Amigos".
-¡Adiós Hiyori!- Exclamamos Ryûta y yo, mientras nos alejábamos del lugar. -¡Adiós!- Respondió Hiyori.
|Narra Yato|
-¡Otra vez esos chicos molestos!- Exclamé. -No digas eso.. Ellos no pueden verlos- Dijo Hiyori. -Aun así es molesto que nos ignoren- Respondió Yukine.
-¡Exacto Yukine!- Exclamé. -No sean así..- Nos regaño Hiyori. -Aun así.. ¿Qué hacemos aquí, Yato?- Preguntó Hiyori curiosa. -Tenemos un trabajo- Respondí. -¿Un trabajo?- Pregunto Hiyori confusa.
-Hay un ayakashi que ronda por los trenes, y a causado molestias a varias personas- Dije con un tono serio. -¿Pero no acabamos con uno similar una vez?- Dijo Yukine. -Si, solo que este ataca a niños. Ya que sabe que ellos son presas fáciles- Respondí.
-¿Niños..?. Tenemos que hacer algo, Yato- Dijo Hiyori. -Claro, ¡Vamos, Yukine!- Exclamé, mientras tomaba del hombro a Yukine y nos teletransportamos.
-¡Espera, Yato!- Exclamó Hiyori, pero no logro ser teletransportada con nosotros.
|Narra Amane|
Al llegar a la escuela de Kazou, mire rápidamente hacia todos lados para ver si el había salido. -¡Hermana!- Exclamó Kazou. En el momento en que le devolvería el saludo a mi pequeño hermano, vi como uno de los chicos que lo molestaban tenia a Kazou tomado por el cuello.
-¡Kazou!- Exclamé, mientras tiraba los helados y corría hacia el y ese chico. -¡Si lo quieres, ven por el!- Exclamó ese chico. Su voz era extraña, era grave y llegaba a dar miedo. También había un aura negra que rondaba alrededor de el. -¡Amane!, ¡Espera!- Exclamó Ryûta. -¡Yo me encargo!- Le respondí.
Fui tras ese niño que llevaba a Kazou en sus brazos. Corrimos por varias calles, ese chico corría mas rápido de lo que debía. Lo intente seguir hasta llegar a unas vías del tren. -¡Déjalo en paz!- Exclamé. -¡No camines mas!, ¡o el muere!- Exclamó ese chico, mientras daba pasos hacia atrás, hacia las vías.
-Onee-chan, ayúdame..- Susurró Kazou. -¡Tranquilo Kazou, Amane te protegerá!- Le respondí. No quería que el se asustara mas de lo que estaba. No sabía que hacer, ese chico si seguía caminando hacia atrás con Kazou, un tren los aplastaría.
En ese momento, una masa negra, salio del cuerpo de ese chico. El chico cayo desmayado, y esa masa negra tomo forma hasta volverse un tipo de monstruo gigante. -Qué rayos..- Dije asustada. -¡Onee-chan, corre!- Exclamó Kazou. -¡Vamos, tenemos que irnos!- Le respondí, pero ese monstruo tomo a Kazou por la cintura, y lo lanzo hacia las vías del tren.
-¡Muere, es lo mejor!- Exclamó ese monstruo. -¡Noo!- Exclamé, mientras corría hacia las vías para salvar a Kazou. -¡Tranquila, estoy bien!- Exclamó Kazou mientras se ponía de pie, pero en ese momento la bocina de un tren sonó.
-No..- Susurré. -¡Kazou!- Exclamé, mientras esquive a ese monstruo, y salte a las vías para salvar a Kazou. -¡Onee-chan!- Exclamó Kazou. En ese momento logre empujar a Kazou fuera de las vías del tren. Le di una cálida sonrisa mientras yo estaba aun en el aire. "Te quiero, Kazou". Susurré, y luego...
El tren me arrollo...
