Teenage hates...

#114

No leas, sino pretendes ser empático.

Simplemente.

Simplemente, soy joven. Pero me preocupo por si me aparecen arrugas así que no sonrio.

Simplemente, tengo familia. Pero me siento huérfana y sola.

Simplemente, sé contar. Pero al contar mis días me sobran.

Simplemente, le amo. Pero me odio tanto que no puedo acercarme a él.

Simplemente, deseo cortarme. Pero me preocupa lo que piensen los demás si ven mis muslos con la piel levantada y cicatrices que no consigo que cicatricen. Esas que me hacen llorar y recordar que no debo comer.

Simplemente, no quiero comer. Pero me preocupa que mi madre se deprima y me tenga miedo.

Simplemente, quiero acabar con esto. Pero no puedo, porque no sé que habrá después de esto. Quizás nada.

Simplemente, quiero decir la verdad. Pero duele saber que nunca lo he hecho  y que nadie lo sabe.

Simplemente, intento disfrutar de la vida. Pero me paso medio día pensando en la muerte, como será la mía, dónde quiero ser enterrada  o incenerada, la foto que habrá o que habrá después.

Simplemente, quiero maquillarme y ocultar mi rostro. Pero tengo miedo de que no me reconozcan. Que no reconozca mi verdadero yo.

Simplemente, quiero dejarles y quedarme sola. Pero no sé que pasará con ellos. ¿Y si hacen mi vida peor?

Simplemente, quiero llorar todo el tiempo y gritar de dolor. Pero ¿y todas esas espectativas qué arrastro como cadena perpetua?

Simplemente, quiero pasear, con los muslos descubiertos, mi música a tope y seria. Pero la gente apartará la mirada, y, se que me dolerá.

Simplemente, no quiero sonreir. Pero prefiero evitar esas preguntas.

Simplemente, no quiero reir. Pero aunque duela reir hay que hacerlo para no quedar  mal.

Simplemente odio mi vida. Pero no tengo suficientes razones para quitarmela.