1 Año

235 38 36
                                    

Yo había terminado de llorar finalmente, mi Suegra, mi suegro, Romina, Kiko y Kimish ya habían llegado.

Mi mamá y Renata tomaron el primer vuelo de regreso cuando me llamaron y les contesté llorando, cuando me preguntaron que había pasado solo atiné a decirles: "Es mi Emi..." y me avisaron que vendrían.

Así que ellas venían en camino, y yo no podía quedarme sentado ni un minuto.

Cuando al fin lograban sentarme, a los segundos ya estaba de pie nuevamente y caminando de lado a lado, comiendome las uñas y pasando mis manos por mi rostro

— ¡Hijo! — voltee y eran mi mamá y Renata con sus dos maletas, lo que me decía que venían del aeropuerto

— Mami... — Ella llegó junto a mi y me solté a llorar de nuevo

— Estará bien, mi niño... Tu Emi estará bien...

— Baboso — Me llamó Ren, extendiendo sus brazos. Me acerqué a ella y la abracé, escuchando como sorbia su nariz — Mamá tiene razón, solo ha de haber sido una falsa alarma, mi cuñado es fuerte y va resistir hasta que despierte...

— ¿Y si no despierta?

Mierda, ¿que me pasaba?

Tengo que aprender que nada es para siempre.

Quizás el tiempo de mi Emi llegó...

No, no, no... Él va a estar bien ¿verdad?

— No, no, Joaco, no pienses eso.

[•••]

Creo ya van más de 3 horas y no hay noticias de Emilio. Renata no me había soltado en todo este rato, si no me abrazaba me tomaba de la mano.

Suspiré — ¿Cuánto tiempo ha pasado exactamente, Reni?

Ella sacó su teléfono y lo encendió

— 3 horas y media, bro... ¿No quieres jugar unas carreritas en línea? O ¿ver videos del yutuns? — negué — Tengo más Internet que antes... Y me alcanza como para 2 días de videos seguidos y me queda pa chatear

Reí por la nariz — No gracias, Reni... No tengo ánimos, solo quiero ver a mi conejito

Beso mi cabeza y sobo mi hombro.

— Hijo, te traje un café y un sandwich — Me los dio — Has estado aquí por cuatro horas y sin comer nada tal vez desde hace 6...

— No tengo hambre, mamá...

— Lo siento, pero no, jovencito. Te vas a mal pasar y no quiero eso.

Suspiré dando el primer sorbo de café y la primera mordida al sandwich

[•••]

— ¿Joaquín Bondoni? — llegó el doctor a preguntar

Rápidamente me puse de pie — S-Soy yo... ¿Q-Que pasa?

— Acompañeme...

Voltee a ver a la familia, todos me miraban preocupados, mi suegra me hizo señas de que fuera

— E-Esta bien — le dije al doctor

Comenzó a caminar conmigo detrás, las manos me sudaban y tenía un nudo en la garganta, qur me impedía respirar bien.

— Es aquí — dijo cuando estuvimos frente a la habitación de mi prometido

— ¿Q-Qué...?

El doctor me abrió la puerta — Adelante — me sonrió

— Gracias...?

Cuando estuve completamente dentro, voltee a ver al doctor, me guiño y cerró la puerta. Vi toda la habitación y vi a mi Emi.

Hold On | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora