don't leave me # osasuna

dos

—¡Osamu! —El grito desgarrador del menor alertó al mayor. El cual, rápidamente, despertó para mirarle.
—¿Rin...? —Dijo confundido. El cuerpo del menor estaba temblando mientras que por sus mejillas se resbalaban varias lágrimas—. Rin, bebé... —Susurró Miya, moviendo levemente a su novio sin obtener respuesta—. Mierda, debe ser una pesadilla o algo así —Pensó y rápidamente le envolvió en sus brazos.

El cuerpo del menor comenzó a relajarse al sentir el calor corporal del mayor.
Abrió sus ojos con lentitud, tocando sus mejillas, sintiéndolas mojadas.

—¿Sa-Samu? —Preguntó con la voz rota y entrecortada.
—Estoy aquí, Rin... —Susurró posicionando su mano en la mejilla de este, limpiando las lágrimas que caían.
—No me abandones, por favor —Susurró aferrándose a él—. No te marches ahora, no por favor, te prometo que voy a ser el mejor de tu vi-vida —Comenzó a llorar nuevamente. Pero esta vez, sobre el pecho de su novio.

Osamu miró confundido a su novio, ¿por qué había dicho eso? Él no se iba a marchar nunca, ¿por qué le pedía mantenerse a su lado? Él era el mejor de su vida, ¿cómo podía serlo más?

—Rey... no entiendo que sucede —Habló calmado—, ¿por qué no mejor me explicas? —Besó su cabeza—. Y tranquilízate... eres el mejor de mi vida y jamás pensaría en dejarte solo... —Sonrió levemente.
—Tuve... —Sorbió sus mocos—, tuve una pesadilla —Susurró escondiendo su rostro en el pecho del contrario—. Tú me dejabas... me dijiste que ya no me amabas —Murmuró—. Que realmente nunca me quisiste, que sólo fui t-tu —Sus ojos volvieron a aguarse— se-según-segunda opción —Y nuevamente, se rompió—. ¿Es eso cierto? ¿Que solo has confundido la amistad que ambos tenemos? ¿Que siempre te ha gustado Kita y no yo? —Hablaba rápido y con un tono angustiado, haciendo que al mayor se le revolviera el estómago.

¿Cómo podía siquiera soñar esa barbaridad? Todo lo que soñó era pura basura.

—Amor, vamos a calmarnos mejor... —Le obligó a mirarle—. No pienso irme —Comenzó a hablar—, siempre me has gustado tú —Sonrió—. El qué gustaba de Kita era Tsumu... —Rió bajo negando—. Bebé... eso solo fue una pesadilla, te lo prometo —Suspiró—. Yo estoy aquí para recordarte que nada malo pasará —Sonrío, consiguiendo calmar al menor.
—Okey... —Susurró volviendo a cerrar sus ojos—. Perdón —Susurró.
—Tranquilo... —Acarició su espalda—, sabes que jamás me iría, seré tu garrapata eternamente —Rió leve.
—¿Garrapata? —Rió bajamente—. Bobo... —Susurró acurrucándose en sus brazos.
—Vamos a dormir... —Sonrió besando su mejilla—. El amor de mi vida debe de descansar todas las horas posibles para mantenerse eternamente bello

Las mejillas de Rintarou comenzaron a cosquillear para después tornarse de un color rojizo.
—Sí... tú igual, mi vida —Susurró besando su mejilla también—. No te alejes nunca por favor —Suspiró.
—Que noooo, jamás se me ocurriría alejarme de la persona que me hace muy feliz día tras día. Nadie es mejor que tú —Sonrío.
—¿Nadie? —Le miró a los ojos.

Osamu negó levemente, acercando su rostro hacia el de Rintarou.
—Nadie —Susurró dejando un pequeño beso sobre su nariz, escuchando la pequeña risa del menor.
—Samu... te amo mucho —Sonrió.
—Yo más amor, mucho más —Besó su frente para ambos acurrucarse y dormirse nuevamente.