Loving Someone [Kawasara week]

03| Por besarte

Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-suban esta o cualquier otra de mis historias, o adaptarlas.

Día 03: Primera vez

Rated: K+

Summary: Au moderno/ songfic "... y en cada frase oculta de lo que tú digas, en un beso hablará. Ya no me queda duda solo ven y escucha, decidamos comenzar".

Na: "songfic" o algo así.

Por besarte

[... un solo intento basta en este momento 
para poder saber
si aún nos queda tiempo para estar en medio
de lo que va a suceder...]

—Me gustas. Por favor considera salir conmigo.

Sus pies firmemente plantados en el suelo, sus ojos negros miraban directamente a los grises de él, su voz sin temblar, habló claro y alto. Solo era el retorcer de sus manos en la correa de su bolsa lo que delataba el nerviosísimo en Sarada.

La sorpresa se mostró en el rostro de Kawaki. Él no era muy dado a expresar de manera notoria algo más que molestia o aburrimiento, pero la confesión y petición de la chica había sido demasiado repentina.

Nunca esperó que eso fuera a suceder, ella podía darse cuenta. El chico no dijo nada por unos minutos que a Sarada le parecieron eternos. De pronto el nerviosismo se convertía en inseguridad. Para ser justos, ella tampoco se imaginó que ese día pasaría. Conocía a Kawaki desde hace unos cuatro años cuando se transfirió a su escuela media, y durante ese tiempo habían coincidido. Convivir con él se hizo casi diario gracias a Boruto, quien se acercó primero al chico y lo hizo su amigo. El rubio era el amigo de la infancia de Sarada, por lo que siempre estaba ligados, casi siempre compartían amistades y salidas, así que relacionarse con Kawaki fue consecuencia de eso.

En un principio no le agradó, era alguien de carácter difícil y problemático. Desde su apariencia hasta sus comportamientos, en gusto de Sarada, alguien opuesto a ella. Pero el tiempo cambiaba la forma de pensar. Fuera que ambos maduraron o que su relación se hizo más cercana, quién sabe, pero cuando Sarada se dio cuenta, sus pensamientos en torno al chico no eran llenos de desconfianza, molestia ni algo negativo. Le conoció más a fondo, y sin darse cuenta, se vio más y más atraída por él.

No es un chico malo, no es un bruto violento. Es considerado, es amable con sus personas cercanas y siempre está cuando se le necesita.

Kawaki se convirtió en el chico que provocaba en Sarada una presión en su pecho, calor en sus mejillas, a veces le hacía sentir tímida, en otras se emocionaba al saber que le vería en alguna salida grupal.

Él iniciaba su segundo año y ella apenas el primero, sabía que no quedaría mucho tiempo, así que quería expresar sus sentimientos, y de ser posible, compartirlos con él.

Por eso ese día se armó de valor. Le pidió hablar, le citó verse en en jardín trasero de la escuela y esperó pacientemente por su llegada. Realmente no había considerado qué sucedería luego, lo qué haría si es que le correspondía o cómo se sentiría si le rechazaba. No, Sarada solo quería vociferar este deseo antes de que explotara en su pecho.

Ella se sinceró, pero él aún no respondía.

Los segundos pesaron sobre sus hombros, hundiéndolos. Sentía el contraer de su corazón, hasta que él por fin le respondió.