Ya había pasado una semana desde que había visto al niño. Si, el mismo niño de los ojos verdes y rizos que respondía al nombre de ‘Harry’. Toda la semana pensé en su bonita sonrisa y su voz extremadamente grave para un niño de su edad. No averigüé su edad pero no podía pasar de 16, era muy pequeño y parecía un gatito bonito en forma de humano. Realmente quería volver a verlo pero el destino y la vida son muy injustos conmigo que obviamente no me darían la oportunidad de volver a verlo. Joder.
**
Era una tarde muy calmada de septiembre, no había nadie en las calles ya que el cielo parecía a punto de caerse, ni una pizca de sol iluminaba las calles. Un día muy deprimente a decir verdad.
El jefe llegó de sorpresa para darnos a mí y al otro niño que se encontraba en la tienda de licuados la noticia que tendríamos que salir temprano ya que se venía una tormenta enorme y ya no vendrían más clientes. El otro niño se emocionó ya que no tendría que trabajar más pero yo me deprimí. Eso significaba que tendría que pasar más tiempo solo en mi cuarto con mis pensamientos.
Recogí mis cosas y dije un frío ‘Adiós’ a mi jefe y salí del establecimiento. Hacía mucho frío y el viento estaba tan fuerte que pensé que podría salir volando en cualquier momento así que me apresuré para llegar más pronto a mi casa y así meterme en mis cobijas y talvez dormir o talvez llorar. Eran las únicas cosas que funcionaban y nunca cambiaban en mi vida.
Cuando iba rumbo a mi casa, pasé por el parque que queda exactamente a dos calles del edificio en donde se encuentra mi cuarto y me extrañe al oír unos sollozos, al principio me espanté, pensé que era alguna mierda paranormal pero luego recordé que yo no creo en esas cosas y me adentré al parque para ver que sucedía.
Luego de caminar un poco encontré una mata de rizos que me parecía bastante familiar, era Harry, el niño del licuado del otro día. Me acerqué para ver si estaba herido o algo así, se asustó al verme y se tensó por unos segundos pero cuando me reconoció pude ver que su cara se relajaba pero no había parado de llorar.
-¿Estás bien? –dije, que para ser sinceros es la pregunta más estúpida del mundo, está llorando y tirado en el césped de un parque, obviamente no estaba bien pero en ese momento no sabía que más decir.
-No, m-me perdí.
-¿Qué?, ¿Cómo te perdiste? ¿No traes un celular contigo? –creo que hablé demasiado rápido pero no sabía qué hacer, no es normal encontrarte niños bonitos de rizos perdidos en Londres, y creo que en ningún otro lado.
-Estaba buscando la tienda de licuados pero de pronto hizo mucho viento y ya no quise avanzar así que me quede aquí esperando que se calmara pero ahora no recuerdo como volver y mi celular se quedó sin batería. –dijo y aunque él se estuviera muriendo del miedo, la historia de cómo se perdió me dio muchísima ternura.
-¿Quieres ir a mi cuarto? Tengo un teléfono de casa ahí y sé que no me conoces pero créeme que corres más peligro aquí afuera que en mi cuarto. Queda a 2 calles de aquí – Definitivamente no estaba en mis 5 sentidos esa tarde pero bueno, el niño se moría de frío y estaba perdido.
-C-claro… -noté que dudó de su respuesta pero es entendible, no es común que te pierdas y un extraño que trabaja en los licuados te invité a su casa.
Caminamos un poco y unos segundos antes de entrar a mi cuarto empezó a llover muy fuerte, fue divertido verlo correr unos cuantos metros e introducirse en la recepción, se veía demasiado tierno. Subimos a el cuarto y creo que olvidé mencionarme a mí mismo que tenía el pequeño cuarto hecho un desastre así que casi muero de vergüenza al entrar y ver unos pares de calcetines en la mesita de la cocina pero a él le dio igual y mejor se sentó rápidamente en el pequeño sillón que tenía a un lado de la ventana esperando a que le diera el teléfono. Corrí a la cocina a traerle el teléfono. Cuando se lo di empezó a marcar números increíblemente rápido que estoy seguro que se equivocó varias veces y por eso tardó tanto en llamar, decidí irme a la cocina para que pudiera hablar cómodamente pero con lo pequeño que estaba el ‘departamento’ se podía oír lo que hablaba hasta donde estaba.
-¿Ma-mamá? Soy Harry, me perdí camino a los licuados pero el joven lindo de los licuados me dejó utilizar su teléfono. –Creo que me sonrojé un poco -¿Podrías pasar por mí? Sí, estoy en la calle Maslow, en el departamento número 104 del edificio de la esquina. Gracias mamá, te amo. –y colgó. No tengo ni idea de cómo se aprendió toda la dirección, supongo que fue lo nervioso que estaba que mejor se puso a memorizar la dirección por si lo intentaba secuestrar o algo así.
Regresé a la cocina con una taza de café caliente para ambos y se la entregué, pude tocar sus suaves y largos dedos, me dieron escalofríos. Nos quedamos en silencio por un momento, era un silencio muy incómodo a decir verdad. Él rompió el silencio.
-Louis, ¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí? –creo que mi acento me delató o simplemente era un puto adivino.
-Casi un año, a penas ¿por?
-Es que yo acabo de llegar a la ciudad y no tengo muchos amigos, en la escuela solo hablo con los hijos de los amigos de mi padre pero no salgo con nadie y quería tener un amigo. –honestamente pensé que él era de aquí, no tenía un acento de otro lado pero probablemente haya sido que sus padres sean muy finos y no se les pegue el acento tan fácil. Y qué lindo era, muy muy lindo
-Pues yo tampoco soy de salir mucho ya que en verdad que yo no tengo ningún amigo, a menos de que le puedas llamar amigo a mi vecino que nuestra mayor conversación fue aquella vez que le grité para que calmara a su novia ya que estaba gritando como gata en celo. –Y se rio, esa risa perfecta que no había tenido el gusto de oír hasta ese día y extrañaba oír ese sonido. Si, había escuchado montones de risas cuando los chicos de la universidad cerca de la tienda se juntaban a beber licuados pero no como esa. Pienso que la risa es un sonido celestial solo cuando sientes ese calor en el estómago dándole a entender a tu cerebro que necesita oír más seguido ese sonido porque si no, es un simple sonido al vacío. Puede que sea el mundo para otra persona pero para ti no es más que otro insignificante ruido. Harry tiene una de esas risas.
No pudimos decir nada más porque escuchamos como tocaban eufóricamente la puerta, no entiendo como llego tan rápido pero maldecí a la madre por quitarme su bella sonrisa. Inmediatamente me retracté porque no podía maldecir a la persona que trajo a Harry al mundo, simplemente no podía. Se despidió dándome un abrazo y agradeciéndome por ayudarle y no dejar que muriera de frio. Su madre también me agradeció y finalmente se fueron. Hace mucho que no sonreía. Lo extrañaba.
**
Apague el cigarrillo, ya eran las 11:46 de la noche y el siguiente día tenía el turno de la mañana así que tenía que dormir más temprano pero sabía que era solo una excusa para dormir más temprano y morirme por un poco más. Harry sabía dónde vivía y eso significaba que mi pobre corazón viviría ilusionado con que él sorpresivamente un día llegara a mi puerta con cientos de personas a festejar cualquier estupidez que se celebra en el mundo de la gente normal. Lamentablemente mi cerebro sabía que eso no pasaría y que seguiría solo y abandonado como siempre y esos 10 minutos que pasé con él fueron solo una cuestión de coincidencia y suerte y que jamás tendría otra oportunidad de hablarle o incluso solo verle. Cerré los ojos e intenté descansar, mínimo dormido no tendría que sufrir ni pensar en todo eso, solo espero que mis sueños sean mejores que mi realidad y pueda sentirme bien por un momento. Finalmente me dormí.
Recuerdo que esa noche soñé con mi padre. Con sus manos llenas de sangre luego de haber asesinado a mi perro, vi la furia en sus ojos esa noche que descubrió que mi madre estaba embarazada de nuevo, y como le decía a mi padre que se iría, también podía escuchar los sollozos de mi padre.
Y también vi cuando mi padre entró a mi habitación por la noche. Silenciosa y cautelosamente.
Y mi tormento empezó.
Me desperté llorando. De nuevo.
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Lightning |Larry Stylinson AU|
Fanfiction¿Cuántas veces han sentido que todo se apaga, ya no sientes nada y sientes que todo alrededor es un hoyo infinito de obscuridad?