La Maldición De La Bruja [KV] - Omegaverse - ✔

Príncipe y Princesas

Taehyung se quedó mirándome por un rato pero luego se volteó y se sentó en el piso.

— Siéntense — me dijo palmeando a su lado — no debería confiar en usted, pero lo voy hacer porque le cae bien a mi familia —

— ¿Solo por eso? — pregunté riéndome

— Creo que sí — dijo sin verme — ¿No tiene preguntas? — preguntó formando una línea verde en el aire — no pareció sorprendido como la gente normal reaccionaría —

— Tal vez no soy como la gente normal — dije viendo como esa línea empezaba a tomar formas extrañas

— Tal vez ninguno de los dos — dijo sonriendo — señor... —

— Jungkook, llámame Jungkook — lo corregí

— Bien — dijo volteando los ojos — Jungkook, ¿Ha conocido a otra bruja? —

— Sí — dije de inmediato haciendo que él alce su mirada

— ¿En serio? — preguntó haciendo que esa línea se desintegre y pequeños puntos de luz quedaran flotando — ¿Cómo era? — me preguntó curioso — ¿Era poderoso o poderosa?, ¿Tenía alguna reliquia o cosas así? — preguntó con los ojos iluminados

— Sí, era una bruja muy bonita — dije riéndome por su ternura

— Miente — dijo frunciendo su ceño para luego dejar de verme — eso es imposible, no le creo —

— ¿No que confiarías en mí? — pregunté viéndolo relajar su ceño para verme

— Entonces preséntemela —

— No puedo —

— ¿Porqué? —

— Porque está muerto —

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Cuando llegué ya era muy tarde y era de esperarse de que todo estuviera oscuro, pero no fue así. Cuando estuve ahí no escuché nada en particular, pero si pude notar ligeramente el cambio del ambiente, las esencias de los intrusos estaban por toda la casa. Subí lentamente las escaleras y con cada paso podía notar dos cosas, una era escuchar voces, lo cual no debería pasar pues son ya casi las cuatro, pero lograba escuchar una voz en particular. La segunda fue que al terminar de subir todos los peldaños hizo que me detuviera, vi una luz verde iluminando por las rendijas de la puerta, me iba ha acercar pero me quedé estático al ver a una pequeña niña viéndome fijamente.

— ¿No deberías estar durmiendo? — pregunté en voz baja, pero ella solo se quedó viéndome — ¿Tienes hambre? — pregunté y ella asintió de forma lenta