La Maldición De La Bruja [KV] - Omegaverse - ✔

Sentir

— ¡WOW! — exclamé viendo todo diferente desde que bajé del taxi — ¡Ésto es muy bonito! — exclamé viendo como había un pequeño camino con rosas blancas y luces al principio del bosque

— Quería que fuera especial — dijo acercándose — me alegra que te haya gustado, solo tuve unos minutos para encontrar a alguien que lo haga — dijo para sonreír y avanzar con las maletas en la mano

— Todo es muy bonito, así no da tanto miedo — dije empezando a caminar por el medio del camino entre luces y rosas

— No te sorprendas tanto que pronto vendrán más cosas —

— ¿Seguro que no lo planeaste? —

— Lo de modificar algunas cosas de la torre ya lo tenía planeado, el viaje de hoy no —

— Siento que hoy mis sentimientos serán una montaña rusa — dije sintiéndome nervioso

Cuando llegamos la torre que antes parecía un lugar abandonado ahora parecía algo totalmente contrario.

— Tener dinero tiene sus beneficios — dije sin poder apartar mi vista de la torre

— Éste terreno era enorme, pero con el tiempo se fue deteriorando, cuando lo compré se estaba destruyendo poco a poco, cuando me di cuenta de que estaba solo me dije que no era necesario algo tan grande, con que tuviera lo necesario para mí era suficiente — dijo sacando de su bolsillo un montón de llaves para abrir la puerta

Dentro de la torre todo era aún más hermoso, tenía una sala mediana con cuatro muebles y una mesa baja al centro, también un comedor con unas ocho sillas y una cocina bien equipada.

— ¿Cuántos días te tomó ésto? — pregunté emocionado para subir y ver cada piso

El segundo piso que antes era completamente vacío y lleno de puertas no había cambiado pero sus paredes habían cambiado a un color más vivido, tenía las puertas abiertas y dentro había una pequeña sala de ejercicios, en otra solo cuartos vacíos, el tercer piso que era prácticamente lo mismo que es segundo pero todas las puertas estaban cerradas y la cuarta tenía todo completamente diferente, no recuerdo haber visto una piscina dentro, pero ahí estaba, era grande y también tenía una amaca  junto a un pequeño bar a un costado, al subir al quinto todo estaba lleno de almohadas y peluches, todo tenía más iluminación que esa vez y también las ventanas tenían puerta de vidrio.

— No hubo muchos cambios en sí — dijo él subiendo

— Las ventanas están cerradas — dije al darme cuenta de que no podía abrir una

— Todas tienen llave, solo las abriremos si estamos juntos, tenemos cuatro baños, uno en el primer, segundo y tercer piso, tal vez no los viste por el apuro —