La Maldición De La Bruja [KV] - Omegaverse - ✔

¿Quieres...?

— Taehyung — susurró Jungkook abrazándome por la espalda con suavidad

— ¿Sí? — pregunté sin abrir los ojos, sonriendo al sentir sus labios en mi nuca

— Taehyung... — susurró apegándose mucho más, como si eso fuera posible

Sentí como alzo mi polo, la única prenda que tenía puesta, sentí como apegó su palpitante pene a mi espalda mientras bajaba su mano para meter sus dedos en mi agujero.

— Humm, estás tan mojado — dijo empezando a mover sus dedos — pero eso creo que es normal, lo hemos hecho ayer en la noche y a cada hora — dijo de forma ronca

Yo solo gemía en voz baja, tapándome la boca con la almohada, podía sentir sus dedos abriéndose dentro de mí cada vez más para luego sin siquiera avisar agarrarme de las caderas para ponerme cuatro y embestirme.

— ¡Hum! — gemí al sentirlo moverse

Ya llevábamos tres días aquí, tres días en los que despertarba, sexo, bañarnos, sexo, comer, sexo, dormir, sexo y más sexo durante todo el día.

— Despertaste — dijo él sin dejar de moverse

— C-como quieres que duerma si siento como te mueves — dije poniendo mis ojos en blanco por el ritmo y la intensidad en que me embestida a cada segundo

— Siento mucho no dejarte dormir, pe-pero siempre que te veo me dan ganas y quiero aprovechar todos éstos días lo más que pueda —

— ¡AHG!, ¡AAH! — gemí mordiéndome el labio — Ju-ungkook no pu-puedo más —

— Solo un poco más —

— No-o puedo-o, me siento demasiado sensible ahí —

— Solo-o un poco más — gruñó clavando sus uñas en mis glúteos

— J-jungkook — me quejé al sentir su mano en mi pene — no-o seas así —

— Vente, conmigo —

— ¡AHG! — gemí sintiendo mi interior explotar

Sentí mi cuerpo rendirse luego de venirme en la mano de Jungkook y cerrar mis ojos al sentir el nudo.

— ¡Humm! — gruñó él

— N-no te muevas — me quejé, estaba agotado

— Sí, lo sé amor — dijo acariciando mis piernas — solo a que esperar a que baje —

— S-sí — dije suspirando

Estuvimos un rato en esa posición para esperar a que el nudo baje lo suficiente para que pueda salir de mí sin lastimarme, mientras esperabamos podía sentir como repartía besos por toda mi espalda y masajeaba mis piernas, muslos, abdomen y brazos.