2|tiempo

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CK.

Caminabamos por el largo pasillo hasta el patio, ninguno hablaba; Agustín parecía ido,me generaba curiosidad saber cómo alguien tan joven término en un lugar así, sentía cierta lástima porque él.

—soy el más joven...—hablo
de repente—soy el más joven
del pabellón, tengo veintitrés
—tenemos la misma edad—lo
mire, quería llevarme bien con él
—¿Qué hace alguien tan joven trabajando en este lugar tan
odioso?—cuestiono intrigado
—estoy haciendo pasantías por
la universidad—explique—pero
solo hasta que termine el año
—acá el tiempo no existe—bajo la mirada—todos los días son
los mismo y el único momento
en el que nos damos cuenta que las horas pasaron es cuando la noche empieza asomarse y el día irse, con los días te terminas acostumbrando a vivir sin estar pendiente de un reloj
—hablando de tiempo—hable pensativa—¿Qué edad tenías
cuándo entraste a este lugar?
—tenía quince—respondió
—ni siquiera habías terminado
la preparatoria—murmuré—eras
muy joven, llevas mucho tiempo encerrado acá Agustín
—hay una razón para eso—hizo
una mueca—pero prefiero no
hablar de algo que ya pasó

Necesitaba saber porque él había terminado en este lugar y porque lo mantuvieron encerrado tantos años. Tenía miedo que al indagar y descubrir la razón no pudiera soportarlo.

[• • •]

La noche se asomaba en matisses y
mí jornada laboral había concluido normalmente;los pacientes comían de lo más tranquilos su cenas y yo no podía dejar de observar a Agustín. Él reía a causa de un chiste que le había contado su amigo, observe sus ojos achinados y su dentadura casi perfecta y pensé que si no hubiera terminado aquí hasta quizá le daba la talla para ser modelo. Pero mís  pensamientos quedaron lejos cuando Ana, mi compañera, apareció.

—¿Qué miras tanto? —cuestionó la pelirroja sentándose al lado mío
—a él—mire para donde se encontraba Agustín—no logró entender como alguien tan joven término en lugar como este
—nadie lo sabe—respondió y me quedé anonadada ¿Como que ni ellas lo sabían?—desde la dirección solo nos dijeron que pastillas debían tomar y ya, no nos dejaron hacer preguntas y él tampoco habla sobre lo que lo trajo acá y ahora que lo dices es el misterio más grande de la clínica
—es raro Ana—exclame—¿Por qué querrían ocultar el motivo de qué un paciente este acá? ¿Con que sentido?
—no se—encogió los hombros—pero te aconsejó qué solo te límites a tus labores y no andes de investigadora, es tu primer día aquí y si te sirve de algo en Matisses hasta las paredes escuchan mi querida Carolina

Se levantó y se fue dejandome con  intriga y con el deseo de saber más sobre aquel misterioso chico.

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