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Claramente la noche de Arthur no había sido la mejor. Aunque, con sinceridad, no recuerda haber tenido una buena noche desde hace mucho tiempo.
Hay cosas que simplemente no funcionan, o que no están a nuestro favor desde un inicio. La razón de el por qué esos tipos vinieron y decidieron romperle media cara, sigue siendo un misterio. Es decir, no ha estado hablando con nadie. No.
Jack...
El tiene que ver con todo esto, ¿pero de qué manera? ¿Dónde está?
Arthur no es un ser posesivo ni nada por el estilo, simplemente le gusta saber donde esta lo que necesita. Además de que seria fenomenal verlo, por supuesto, a veces simplemente hablarlo con Jack le ayuda a calmarse, o ver las cosas de una manera más positiva.
Aunque suene como un chiste.
Su mente a veces le encierra, y no le hace ver las posibilidades. Como un laberinto jodido y vil, una telaraña con moscas y bichos asquerosos enredados sin poder salir. Cables deshilachados y rotos.
Como cuando mato a esos tipos de tren, lo estaban golpeando, ciertamente. Tal vez si solo los hubiera asustado con el arma, no había necesidad de...
No es que se sienta culpable, ni siquiera sabe por qué se está replanteando esto desde un principio.
El fuma, una larga, amarga y profunda calada a su cigarro amarillento.
Hay algo malo en él, algo que la gente ve, que puede percibir con solo mirar a los ojos de Arthur. Algo vil. Una insignificante pero potente chispa de algo. Alguna vez Jack le insinuó que era por su diferencia, por su gentileza. Arthur cree que el solo dice eso por que de alguna manera se siente responsable, por qué ... bueno, lo quiere.
O tal vez dice la verdad, es su opinión.
Pero ellos parecen desear apuñalarlo con sus manos, sus brazos en forma de hacha. Sus miradas de asco. Cuanto no recibió de eso. Indiferencia, malos tratos, patadas en su orgullo. Parece que todo el mundo quiere lastimarlo.
Y Arthur no cree en la exageración.
Pero, a estas alturas, solo hay sombras de lo que alguna vez fue, espejismos de su gentileza y bondad. Volver a ser como antes, implica dejar que lo vuelvan a pisotear.
Arthur no volverá, no sabe cómo. El esta dentro de otro y de otro. Protegido dentro de un capullo de flor.
Ser uno mismo, a veces es tan... complicado.
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- No, no, no. Yo sé su juego enfermizo doctora. - negó Jack con una mano. -Sé cómo lavan el cerebro de las personas y lo convierten en la comida que nos tragamos obedientes todos los días.
