¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La doctora Taylor ve a su oponente con cierto despectivo. Con certeza podía asegurar que jamás había conocido a alguien así . Sus simples palabras la desafían todo el tiempo . Y su sola presencia le causa ... Algo . No puede explicarlo bien .
Pero ella está para escuchar . Es su trabajo después de todo .
— Muy bien , Arthur . Decías que querías ser comediante ¿ Por qué lo dejaste ? — pregunta ella , captando la atención de un par de ojos verdes .
Las razones son muchas . Incontables tal vez . Unas más importantes que otras . Pero sin duda la gota que derramó el vaso y que dio un giro total a su vida fue ... Todo . Su trabajo , su departamento , su vida social ( que no tenía realmente) . Cualquiera puede soñar , pero en la vida real las cosas son más duras de tragar .
En primer lugar ¿ Cómo podría ser comediante ? . Su madre le dijo muchas veces " Estás en este mundo para repartir alegría y risas al mundo" Arthur sin entender muy bien , solo asintió . Era solo un niño . Y para él quedó como una meta .
Con el pasar de los años se volvió una utopía . Una obsesión con ser visto . Con escuchar las risas falsas de un grupo de personas que no conoce , y que tal vez jamás volveria a ver . En ese momento se oía fácil . Cualquiera podría hacerlo , y todas la noches se iba a sentar a Pogo's y anotaba en su libreta los chistes más sobresalientes . Los que hacían que la gente se riera a carcajadas . Los que hacían que aplaudieran sin cesar .
El queria eso. La aceptación . La gloria . La comprensión de las personas .
Al final solo se quedaba en la comodidad de su apartamento a escribir en su libreta. Contando los chistes para sí mismo y riendo sin control.
No consiguió pararse ni una sola vez en ese escenario. Pero para consuelo suyo, tal vez no fue mala idea. No podría pronunciar una sola palabra sin echarse a reír por nerviosismo y vergüenza combinados.
De todas formas, harías el ridículo.
Esa voz, esa maldita voz volvió.
Fue por el hecho de existir . Por el hecho de ser Arthur .
Recuerda vagamente cuando le platicó a Jack sobre eso. No esperando tener tantas coincidencias. Sus vidas en realidad son similares, como si hubieran sido fragmentos de vidrios separados.
—Las personas podrán decirte mil cosas, patear tú trasero mil veces, pero nunca cambiarán tu alma Arthur. En realidad, es por eso que te atacan tanto. Porque eres diferente. Eres extraño. Pero eso es bueno, el mundo es más divertido cuando eres un poco raro. Promete que no cambiarás por esas basuras.
