P R I M E R A V E Z

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E P Í L O G O         I


Es increíble como el tiempo las rápido, dicen que el tiempo vuela cuando te diviertes, que los segundos van cada vez más rápido, y los momentos son más felices.

Para Jimin esos momentos desde que él y Yoongi iniciaron su relación más formal, no podía creer que ya estaban, en dos semanas, por cumplir un año.

Hace tres meses habían decidido mudarse juntos, lo cual había emocionado y asustado a Jimin, pero más que nada emocionado, su relación como novios había sido fantástica, aunque habían tenido uno que otro problema, porque la vida no era en cien por ciento color de rosa, pero el problema más grande fue quizá cuando descubrieron el secreto de Yoongi.

Todo parecía ir mal, cada vez peor.

A pesar de que habían estado haciendo de todo para conseguir que fuera legal, las cosas no habían salido, bien, había discutido mucho por eso, pero pronto entendieron que las cosas serían mejor si estaba bien.

Al final Yoongi tuvo que pagar una gran multa, y con la ayuda de Tae y su familia todo se resolvió al igual que su pelea.

Las cosas estaban bien, ahora Yoongi tenía su propio programa de radio, él estaba feliz, tenía una tienda de discos, realmente eran felices, pero había algo que tenía a Jimin pensando y es que a pesar de llevar un año de relación y meses viviendo juntos no habían tenido intimidad más allá de besos y caricias, pero hasta allí.

Y no es que Jimin estuviera necesitado, pero cada vez que los besos subían de tono, Yoongi se detenía y paraba, eso lo frustrada un poco, es verdad que él era virgen, le asustaba, pero quería dar ese paso con Yoongi, estaba seguro de ello.
Aún recordaba toda esa clase de sueños que había tenido, no habían vuelto y nunca le había dicho a Yoongi, tal vez debería hacerlo y así motivar a que ocurra algo.
Él lo deseaba a Yoongi y mucho, sabía que Yoongi a él también.
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...

— Pero no quiero ir, ni siquiera tengo disfraz — puchero Jimin, Seokjin había planeado una fiesta de disfraces y quería que sus amigos estuvieran allí, pero el no quería ir, no tenía ganas, quería quedarse en casa y tal vez llevar a cabo su plan de seducir a Yoongi

— Él nos invitó, así que debemos ir — dijo Yoongi

— Pero no tenemos disfraces, además, ¿por qué de disfraces? — dijo Jimin

— No sé por qué, pero traje dos disfraces, seré el lobo malo del cuento — le enseñó un disfraz consistía en una cola, unas orejas puntiagudas, unos guantes negros con un pelo sobresaliendo de ellos y garras

— ¿Se supone que seré tu caperucita roja? — sonrió coqueto

— Sí — Yoongi tomó la cintura de Jimin y llevó su boca al cuello de este, quien se erizo al sentir los finos labios — ¿Me dejarás que te coma caperucita? — susurró Yoongi

— Sí ~ — gimió Jimin y luego Yoongi se apartó un poco y lo miró

— Bien — trago saliva — aquí está tu disfraz — sacó una capa roja grande y una canasta

— ¿ Y el resto del disfraz? — dijo observando lo objetos

— Pensé que podríamos hacerlo diferente, usaré la cola y las orejas, pero usaré una chaqueta de cuero negro, camisa blanca y jeans negros, tenis, tu podrías usar lo mismo, solo que en rojo — le sonrió rascando su nuca

— Bien — dijo resignado, pensó que tal vez llegarían a algo esa noche, tal vez deberían esperar

Camino a la habitación, ¿por qué a Seokjin se le ocurría una fiesta así? Se ducho y cambió al disfraz, se observó al espejo, llevaba una camisa blanca, una chaqueta de cuero roja, unos pantalones de cuero rojo, ajustados, no eran muy su estilo, pero le encantaba como se le veían, unas botas con un poco de tacón, en negro hasta las rodilla y la capa encima, sonrió.

L A R A D I O - Yoonmin   ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora