Prologo.

693 91 42
                                    

Un suspiro salio de los finos labios del joven Aoi, apoyando su mejilla en su mano. Una sonrisa boba adorno su lindo rostro, mientras que sus ojos se entrecerraban en una curva. Era una tierna imagen de un loco enamorado; sus mejillas ligeramente sonrojadas y los pequeños suspiros que soltaba, hacian verlo más tierno de lo que era a la vista de su mejor amigo, quien como siempre, veia a su amigo en cierta distancia para no contagiar diabetes.

Akane estaba enamorado, esa era la verdad a la cual lemon había averiguado por él solo. Su amigo se moría de amor por alguien y Akane era demasiado obvio en ese apesto, Lemon pensaba que quizás, su amigo por una vez de dignara a decirle quien era.

Como no vio iniciativa y que Akane no se movió de esa posición, Yamabuki se acerco a la baranda de la azotea para acercarse al pelirrojo, aun sin despejar su mirada del teléfono.

–Yamabuki, imagina… — el nombrado suspiro resignado y apago el teléfono— . imagina que tienes un amigo al cual le gusta alguien…

–Te tengo a ti.

–Si, si. Pero, imagina que sus gustos son distintos. – tomo aire – . Digamos que, hasta hace un mes creía que era 100% heterosexual. También, imagina que está enamorada de la persona que más odia y que es su supervisor…

Lemon ya sabía por dónde se dirigía esto.

–Imagina que tu amigo y la persona se conocen más, ¡hasta el punto de besarse! Incluso casi llegaron a… – Akane se sonrojo, Yamabuki suponía que se mordió la lengua por los nervios.

–¿A?

–Hacer el amor… –murmuro–. Pero, imagina que algo se interpone, algo letal y es que son el gato y el ratón. Enemigos naturales. Imagina que tuvieron una discusión y ambos salieron heridos y que… –Yamabuki lo interrumpió.

–Akane, ¿te acostaste con Minamoto-sempai?

50 RAZONES PARA ODIARTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora