24. Y de repente llegas tú-MewgulfZaintseeOffgunOmegaverseHistoriaTerminada

Dos

Los Suppapong fueron la nueva familia que se mudó al vecindario, los cuales venían procedentes de Hong Kong habían por el trabajo de Pen, cabeza de familia, ya que lo habían trasladado de la empresa de automóviles.

El alfa y su omega Jay, tenían tres hijos, Saint de once años, Gun de diez y Gulf de nueve, estos eran muy lindos y con distintas personalidades pero todo indicaba que serian omegas.

Sus padres estaban felices y orgullosos pues les daba igual su condición siempre y cuando fuesen buenos hijos y respetuosos con los demás seres.

...-Mamá, espero que yo tenga una habitación para mi solo... Pronto presentaré mi condición y ya no quiero estar con mis hermanos-habló Saint muy exigente.

-Tranquilo, tengo entendido que la nueva casa tiene muchas habitaciones, cuando entremos podréis escoger la que os apetezca-respondió esta.

Tras aparcar el coche, los tres hermanos saltaron del coche y corrieron a la casa.

-Yo elijo primero, soy el mayor-dijo el castaño.

-De eso nada Saint, cada uno que escoja una y se la queda-dijo Gun.

Antes de entrar, estos repararon que en el jardín de la casa de al lado, había tres niños mirándolos fijamente.

Los hermanos sonrieron, el lugar era muy bonito y al parecer no tendrían que jugar solos.

Finalmente entraron en la casa y corrieron escaleras arriba para elegir una habitación, Saint se quedó una que tenía un gran ventanal, Gun una que era más pequeña y acogedora y Gulf la que tenía dos camas.

Este último se acercó a su gran ventana y miró el paisaje, desde allí se veía todo el jardín de los vecinos y enfrente tenía una ventana en la que se intuía un papel azul con nubes blancas en las paredes y unas cortinas con muñecos de la tele.

-Debe de ser la habitación de un bebé, espero que no grite mucho y me deje dormir por las noches.

De repente volvió a mirar hacia el jardín y vio a los tres niños de antes, que lo estaban mirando de nuevo, entonces sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo, haciendo que se le helase totalmente la sangre.

Cinco años después

...-¡Mamá...Mamá, me duele mucho!-gritó Saint en su habitación, aquella mañana en la que cumplía sus dieciséis.

Jay se levantó corriendo y muy preocupada fue a la habitación de su primogénito, donde se lo encontró desnudo y retorciéndose de dolor, bañado en sudor sobre la cama.

-Oh Dios hijo, siento que te duela pero tranquilo es algo normal.... Este es tu primer celo-dijo la omega muy emocionada.

Pen llegó poco después y entonces el aroma dulzón de su hijo que le azotó al abrir la puerta, le reveló lo que ya imaginaban, este era un omega.

Gun y Gulf también corrieron a ver que le ocurría a su hermano mayor pero tras mirarlo con horror, su padre se los llevó a la cocina para que se tomasen el desayuno y se fuesen al colegio.

A Zee y Off, les pareció raro que sólo los hermanos pequeños de su amigo saliesen de casa.

-¿Oye dónde está Saint?-preguntó el primo.

-No se e-encuentra bien, hoy no irá al colegio c-con nosotros.-contestó Gun nervioso, sin saber muy bien por qué pues su moreno vecino, últimamente lo ponía así.

Los cinco chicos se fueron caminando hasta el colegio como siempre hacían, desde que se habían conocido y se habían hecho muy amigos.

Durante tres días, mientras el castaño estuvo encerrado, los demás estuvieron muy aburridos pues estaban acostumbrados a que el mayor liderase y aunque fuese más débil y más bajo, su carácter le hacía ser el centro de atención.

Finalmente una mañana, Jay ya le dijo que podía salir tras tomarse una pastilla, la cual le dejó en la mesilla y que por lo visto debía tomarse a partir de ese día, sin falta.

-Se llama supresor y por nada puedes dejar de tomarlo, ¿Me has entendido?

Saint no era partidario de los medicamentos y por eso no creyó importante lo que su madre le dijo pues él se sentía bien, de hecho se encontraba estupendamente y se veía mucho mejor ante el espejo.

-Esto del celo es increíble... Soy como el patito feo que se convirtió en cisne-se dijo sonriendo-...Me veo más mayor y seguro que ahora los alfas del colegio, sabrán que existo.