Lejos del ruido en las calles de las personas que esperan ansiosas la gran fiesta, dentro de una oficina haciendo el papeleo se encontraba cierto comisario ruso, protagonista de el "incidente" anteriormente mencionado, El comisario Viktor Volkov.
La tranquilidad de la oficina fue interrumpida cuando su compañero, el comisario Greco, entró sin tocar la puerta provocando un leve salto de parte de Volkov.
- ¿Trabajando, Volkov?
- Usted no sabe tocar la puerta?
- Vale. - greco sale de la oficina y toca por fuera la puerta.
- Que necesita? - suelta Volkov seguido de un fuerte suspiro.
- Irá a la fiesta de Halloween?
- Niet, no estoy interesado en esas cosas.
- Le tiene miedo a los monstruos?
-Por supuesto que no, yo he vivido cosas peores para que me den miedo las cosas que no existen.
- Es verdad... Mucho peores. - dijo greco en voz baja recordando "el incidente"
- Que ha dicho?
-Nada nada. Pero podríamos salir a tomar unos tragos, ha tenido mucho trabajo, le vendría bien.
-Me lo pensaré, déjeme trabajar.
Y en otra parte de la ciudad
- PACO, PACO, VEN PRONTO, QUE ME DA.- Llamaba la mujer mientras se retorcía sobre la cama en una escena digna del exorcismo y su voz se hacia mas grave,
- ¿HOSTIA, PAQUI PERO QUE TE PASA? - Decía Paco alarmado.
- LLAMA AL PADREEEEE.- no paraba de mover la cabeza bruscamente de un lado al otro sacando la lengua como un perro tomando agua, después se ponía sobre la cama y fingía cabalgar.
Paco corrió apresurado a llamar al padre y espero por alrededor de media hora a que este llegara.
- Padre, venga rápido, ¡Paqui está muy mal! - Decía alterado Paco mientras jalaba al Padre José Cristo. Y cuando este entro al cuarto no pudo contener persignarse y lanzar una plegaria al aire.
- AVE MARIA PURISIMA, ESTO ES OBRA DE SATAN. – Saco una cruz de su saco y comenzó a hacer oraciones. – ABANDOA ESTE CUERPO MALVADO DEMONIO DEL AVERNO, DEJA A ESTA HIJA DE... DE DIOS. - Dudo un poco las últimas palabras, pero siguió.
De un momento a otro La Paqui se levanto de la cama y comenzó a vomitar sobre el Padre y Paco, después de que termino de vaciar su estómago se levantó y salió corriendo del cuarto, y posteriormente del departamento, Paco y el padre intentaron seguirla, pero el vomito que abundaba en el lugar los hacia resbalar y no pudieron ir tras ella.
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