🐺Capítulo 1.🐺

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Pasos resonaron en los pasillos de aquella grande y casi impenetrable mansión del jefe del imperio más grande de Italia y de los cambia formas, el imperio Park. Park Namjoon de pelo castaño cenizo, un imponente y poderoso Alfa de Lobo, su lobo con un pelaje azabache. Heredó la mafia de su padre, un alfa prepotente y sin piedad alguna, que ni con su mujer e hijo fue alguien afable. Namjoon se prometió a si mismo que mataría a su padre para vengar la muerte de su madre y tomaría el poder de la mafia Park. Le tomo mucho tiempo, sangre, sudor y lágrimas tener el poder para llegar a donde estaba ahora y en ese tiempo, encontró a su omega destinado. Kim SeokJin, un bonito Omega de Zorro Ártico carismático, atrevido, parlanchín y vanidoso de pelo rubio, al que amaba con locura. 

La mafia Park o más conocida en el mundo como Ndrangueta se convirtió en la organización criminal más fuerte conformada por alfas, betas y omegas competentes para realizar cada misión o negocio. Ambos se dirigían a toda velocidad al interior para encontrarse con sus pequeños hijos, pues en medio de una reunión con otro alfa para hacer negocios fue llamado desde su mansión y tuvo que dejar a su mano derecha, Jackson Wang, un alfa de pantera a cargo; sin embargo, un subordinado caminó a su lado informándole las bajas ocasionadas y lo que ocasionó una inmensa furia en el alfa y su omega, el secuestro de sus hijos por su socio.

—¡Voy a matar a esos hijos de puta!

—¡Vamos a matar a esos hijos de puta!

Con sus ojos vendados y amordazados iban dos niños idénticos, muertos de miedo y esperando a que sus padres aparecieran y los rescataran de aquellos hombres

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Con sus ojos vendados y amordazados iban dos niños idénticos, muertos de miedo y esperando a que sus padres aparecieran y los rescataran de aquellos hombres. El carro se movía a toda velocidad, con la esperanza de poder llegar ante su jefe sin ser interceptado por los padres de los niños y todo el imperio Park. El carro llegó, estacionó y muchos hombres alfas vestidos de negro salieron con los dos niños, adentrandose al lugar donde su jefe los esperaba. Un alfa que posiblemente estaría muerto pronto, el líder Park era alguien justo, pero si se herían lo más preciado para él, no tendría piedad y derramaría la sangre necesaria.

— ¿Sus padres se encontraban?... Olvídalo, si estuvieran no hubieran vuelto con vida. Solo vamos y hagamos la entrega, ya quiero tener a mis hijos, no soporto el dolor de mi omega —Habló el jefe con desesperación, aquel alfa de piel blanca, ojos un poco rasgados y de aura poco hostil, pero era el líder de la segunda organización más poderosa de Italia, la Organización Jeon o Cosa Nostra.

— Si jefe.

Avanzaron por los largos pasillos para salir a la entrada donde estaban las camionetas en que se desplazarían para la entrega de los dos niños, se subieron a estas y arrancaron dirigiéndose al encuentro con la mafia Japonesa. Al llegar al puerto oscuro y lleno de containers, el alfa y sus subordinados bajaron con los dos niños. Uno de los pequeños sacudía todo su cuerpo con el fin de poder zafarse de las manos de aquellos hombres.

—Los he traído. 

—Haz hecho todo muy bien. — Habló aquel japonés. — ¡Traigan a los mocosos!

Gαɱҽ Oϝ Lσʋҽ⫸𝓚𝓸𝓸𝓴𝓶𝓲𝓷 - 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓶𝓲𝓷⫷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora