°Estilo de escritura libre.
POV Autor.
Habían caminado por apenas unos minutos, pero realmente al bicolor le parecían horas, no era muy atlético, su padre lo obligaba de pequeño a hacer de todo. Por eso ahora que ya era bastante mayor no hacía nada, no quería y no lo iba a hacer, pero ese no era el problema.
Al menos tenía sus piernas largas, daba pasos grandes, no medianos, ni cortos, grandes y Bakugou no las tenía largas, era cansado para él caminar así, por lo cual se cansaba aún más.
Y caminaba rápido, él sabía por la forma de caminar del cenizo también estaba caminando rápido, pero para alguien de su tamaño no era rápido.
- Si nos vamos a casar. Deberías aprender a caminar más rápido - entonces se detuvo ya que había sido jalado de su playera y sujetado del cuello de está hacía abajo.
- No nos vamos a casar, imbecil. Y yo no tengo que aprender nada, deberías tú caminar más despacio - lo soltó y siguió, al bicolor se le salió una sonrisa tenue, por lo que empezó a tomarle ritmo a la caminata del rubio.
Después de completó silencio, llegaron a la casa del cenizo, Shoto había estado antes ahí y luego de lo que sucedió, no iba olvidarse tan fácil de la apariencia de la casa de su futuro esposo.
Se burló dentro suyo, ya que si lo hacía abiertamente aquel rubio cenizo le gritaria.
Fueron hacía la puerta, pero cuando estuvieron a punto de abrirla una mujer con cabellera ceniza lo hizo por ellos más rápidamente .
- Oh, hola. Shoto no sabía que ibas a venir, por favor adelante está es tu casa también - aquella mujer les dio una calida bienvenida, Katsuki no le sorprendió, vio como esa mujer estaba viendolos desde el balcón y la ventana por unos minutos, esperando a que llegaran y hacerla ver bien en frente del bicolor.
Quitándose los zapatos se adentró a la vivienda, se veía espaciosa y acogedora, la mujer lo dirigió hacia la sala y ahí lo sentó, vio como Katsuki subía las escaleras para después perderlo de vista, luego escuchar como abrían y cerraban una puerta, suponía que era la habitación de él, por lo que fue detrás
No era difícil de adivinar cuál era la puerta del menor, prácticamente estaba repleta de cosas como si adentro hubiera una escena del crimen más horrible que a cualquiera se le podría ocurrir, entonces tocando una vez ingresó o lo hubiera hecho de no ser por la puerta cerrada desde dentro.
- Bakugou, puedo entrar? - no hubo respuesta entonces tocó dos veces y esperó pero seguía sin respuesta, empezó a tocar varías veces seguidas hasta que se escuchó un click del otro lado, viendo asomarse a un rubio bastante irritado
- Después de intentar entrar sin permiso? No lo creo - azotando la puerta en la cara del bicolor se encerró de nuevo
- Pero no lo hice, no te puedes enojar por algo que ni siquiera hice, Bakugou déjame entrar - volviendo a lo mismo, empezó a tocar varías veces seguidas.
- IMBECIL, A VER QUIÉN LLEGA A SU LÍMITE MÁS RÁPIDO, TÚ O YO QUE ESTOY PERFECTAMENTE CÓMODO EN MI CAMA CON MIS AUDÍFONOS - desde la cocina se encontraba una sonriente mujer, ya que esa escena le causaba bastante gracia.
Aunque era todo lo contrario para su hijo, realmente estaba molesto, ya no podía pasar un segundo más con ese chico y preferiría estar lo más solo posible si es que era inevitable el casarse, subió aún más el volumen de sus audífonos ya que todavía podía escuchar los golpes.
- Bakugou, por favor, prometo no hacer nada que te irrite, Bakugou dejame entrar, Bakugou - no paraba de suplicar, incluso si había dicho que no lo haría irritar la verdad que la única razón por la que hacía esto era para hacerlo enojar, le gustaba molestarlo, por eso seguía aquí.
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A la fuerza...A la fuerza?
FanfictionEs una tortura cuándo te hacen convivir con alguien que no te agrada, un hermano, primo, tío, algún familiar, amigo. No importa quién o que es de ti, el problema es que no te gusta convivir con esa persona. Pero sin importar que, alguien te dice qu...