uno; el legado.

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GINGER SE ENCONTRABA en el exterior de la casa Weasley admirando la maravillosa vista que esta tenía, el cielo nublado la hacía viajar a esas épocas donde junto a su padre visitaban al tio Arthur y ambos jugaban entre los charcos de lluvia. Al recordar sus aventuras sonrió de forma nostálgica y se levantó del césped para admirar más de cerca los gigantes pastizales que tenía enfrente, estos medían por lo menos dos metros, ya que pasaban de altura a la pelliroja. Con su mano sintió algunos de estos y hizo una mueca al recordar su textura áspera.

—¡Ginger!

La voz ensordecedora que se escuchó desde el interior de la casa provenía de la menor de los hermanos. Ginny es un año menor que Ginger, sin embargo en ciertos términos es con la que mas se llevaba de sus primos, incluso mas que Ron, persona con la cual desde pequeña compartían todo juntos, pero luego de que ambos entraran a Hogwarts y tomaran caminos distintos la relación se deterioró por completo, cosa que dejo a Ginger un poco perpleja y asustada. Ron era como su mejor amigo, y desde que entro a la escuela, ya todo no era lo mismo.

—¡Ginger! —Ginny salio corriendo de la casa, encontrándose con una chica totalmente pensativa.— ¿En que estas pensando?

La pequeña Ginger se dio vuelta, esbozando una sonrisa, y simplemente contesto: —¿No crees que es un día hermoso?

Ginny arqueo una ceja y vio con semblante divertido a su prima, fijo su mirada al cielo el cual estaba demasiado nublado. Por un momento pensó que podía carse de tanto peso que llevaba encima, la pelirroja asintió siguiéndole el juego a la muchacha y se acerco a ella.

—Vamos, es hora de preparar las cosas. —la menor la tomó por lo hombros y la zarandeo un poco. Ginger enseguida la miro como si tuviera enfrente al mismo señor de las tinieblas, sin embargo solo comenzó a reír, lo que dejo un tanto extrañada a Ginny.— ¿Que es lo gracioso?

—Lo gracioso es que piensas que estoy tan loca como para decir que el día esta hermoso. —Ginger señalo al cielo. —¿Acaso no lo ves? Podría caer un rayo ahora mismo pero nada podrá arruinarme este día, ¡Volveremos a Hogwarts!

Ginny enseguida recordó como la mayor solía hacer ese tipo de chistes, su actitud era tan sensata en esos días que a veces pensaba que había perdido la cordura por completo, pero simplemente era ella misma, algo que no sucedía muy seguido debido a el estrés que la escuela le producía. Sin embargo, eso no permitía que la muchacha este demasiado emocionada por su primer día.

—Lo se, pero primero que todo, tenemos que guardar nuestras cosas, vamos. —Ginny tomo a su prima por el brazo y la guió hacia la habitación de ambas, enseguida cada una se sentó en su cama correspondiente y comenzaron a guardar sus libros y demás artefactos.

—¿Es extraño no? —cuestiono Ginny. —Estar en una casa como Slytherin, ¿No te produce una sensación rara?

Ginger pensó por unos segundos su respuesta y contesto: —No tanto como crees. Si hay personas malas, pero también tengo amigos ahí, no la paso tan mal después de todo.

—Recuerdo muy bien cuando tu papá te llevó a la estación. —comento Ginny.

—Si... —respondió la pelirroja con una sonrisa. —Tambien recuerdo que tu te quisiste meter en mi carretilla, Molly casi te mata.

—¿Enserio? —la contraria arqueo una ceja de forma divertida. —creo que fue después de que Harry se apareciera ante nosotros.

UNSTOPPABLE, harry potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora