Ámsterdam Holanda, viernes 9 de enero de 1998.
Querido desconocido:
Solo quería decir que te vi, y no pude sacarte de mi cabeza, eras tan inquietante que no tuve
mas remedio que escribirte esta carta.
Solo quería que supieras que nunca llegará a tus manos y que no tienes que preocuparte por eso.
Solo soy una chica que con una simple mirada me hiciste tener que escribir esto, no se quien seas, y posiblemente no lo sabré porque es lo raro de la vida, siempre nos oculta cosas.
No volveremos a encontrarnos
asi que estas serán mis últimas palabras para ti.
Con amor
Sol.