polaris [h.s]

4

Los hermanos Styles se adentraron al lugar de Polly, observando curiosos a su alrededor. Si bien ambos departamentos tenían los mismos metros cuadrados, claramente el hogar de la chica estaba mas decorado por el tiempo que llevaba viviendo ahí, y lo que estaba viendo el rizado llamó mucho su atención. Era realmente lindo, acogedor, moderno y clásico. No conocía a su vecina pero si lo suficiente para notar que la decoración iba mucho con su estilo.

"Es muy lindo tu departamento, veo que te gustan las plantas." Comentó Harry, observando la cantidad de plantas en las paredes y en materos que tenía Polly por todo su lugar, algunas naturales y otras falsas. Realmente le daba vida y buenas vibras al espacio.

También le gustó la colección de libros, vinilos, un toca disco y adornos que estaban junto al pasillo de las dos habitaciones que tenía cada departamento. El de ojos verdes amaba leer y la música vieja.

"Gracias, Harry." Sonrió ella, llegando hasta la cocina que quedaba junto a la pequeña sala. Esta contaba con un sofá cama, dos sillones pequeños, cojines en el suelo alrededor de la mesa de centro, un ventanal que dejaba colar la luz natural de afuera, cuadros de fotografías y diseños abstractos, y un televisor junto con un equipo de sonido. "Siempre me han gustado."

"¡Es como un bosque!" Comentó Maddie también maravillada y curiosa por todas las plantas verdes. Polly asintió y rió.

"Siéntense, por favor." La teñida señaló las únicas tres silla de madera que había en su cocina, a la vez que sacaba otros platos para servir más pie.

"Gracias, Polly." Harry se sentó y sacó una silla para Maddison pero su hermana se negó y saltó en el regazo del rizado sentándose en sus piernas.

"A ver Maddie, ¿Me dijiste que querías probar mi increíble pie entonces?" Polly alzó las cejas con una pequeña sonrisa y la pequeña de ojos azules asintió con mirada brillante.

"Un pedazo que no sea tan grande, por favor. Maddie no puede comer demasiado dulce." Harry le explicó y la chica asintió entendiendo. Picó una porción pequeña y se la tendió a la niña.

"Gracias." Agradeció Maddie y tomó el plato con sus pequeñas manos, probando del postre sin perder tiempo.

"¿Y bien?"

"¡Me gusta! Está muy rico." Asintió sonriente con la comisura llena de crema, devorando el resto del pie.

"¿Ah, si? Tengo que probarlo para saber." Harry alzó las cejas divertido y Polly le tendió a él una porción mucho más grande.

"Hora de la crítica Master Chef." Bromeó Polly, sentándose en la silla restante frente a ambos hermanos.

"Veamos." Su nuevo vecino cortó un pedazo con la pequeña cuchara y se lo llevó a la boca, desgustando el pie de limón que había preparado la teñida. El rizado alzó las cejas asombrado y luego cerró los ojos saborando el delicioso pie. Polly sonrió y Maddie soltó una risita.

"¿Descalificada o paso a la segunda ronda?"

"Demasiado bueno, claramente pasas." Levantó su pulgar izquierdo en aprobación y comió otra cucharada "Ya sé a quién comprarle pie de limón ahora."

"No hago para vender pero si te interesa..." Polly se encogió de hombros y ambos soltaron una risa.

"Entonces Polly... ¿Llevas mucho tiempo viviendo aquí?" Preguntó Harry curioso, la chica se veía joven y parecía tener su edad o un poco menos.

"En este departamento sí, como tres años. Pero cuando llegué a New York primero viví un año en Brooklyn." Comentó ella, comiendo del pie que también se había servido por segunda vez.